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Día de la lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico: 9 claves para prevenir la enfermedad

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Esta efeméride se conmemora en Argentina e invita a educar sobre este cuadro que se produce, generalmente, por el consumo de alimentos y agua contaminados y afecta, principalmente, a los niños. Cuáles son los síntomas y los riesgos

El Día Nacional de la Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), que se celebra cada 19 de agosto, tiene por objetivo generar conciencia sobre esta patología que afecta, principalmente, a niños y niñas menores de 5 años. Según los expertos de Mayo Clinic, se trata de una afección que ocurre cuando los pequeños vasos sanguíneos se dañan e inflaman, provocando la formación de coágulos que pueden dañar los riñones y otros órganos, y potencialmente conducir a insuficiencia renal.

Aunque puede afectar a cualquier persona, lo cierto es que es más común en niños pequeños y generalmente se debe a infecciones por cepas específicas de la bacteria Escherichia coli (E. coli). En el marco de esta efeméride, la Sociedad Argentina de Pediatría lanzó una “campaña nacional de prevención y concientización, que se extenderá durante una semana completa de actividades y campañas informativas, jerarquizando la prevención y el seguimiento con controles periódicos”.

“La transmisión del SUH se da principalmente a través del consumo de alimentos y agua contaminados. Las carnes mal cocidas, lácteos no pasteurizados, las verduras crudas mal lavadas, la contaminación cruzada (al usar la misma superficie o utensilios para lo crudo y lo cocido), el uso de agua no potable, las manos contaminadas (contagio de persona a persona) y bañarse en aguas contaminadas son las principales vías de infección”, especificó el doctor Miguel Liern, médico pediatra y nefrólogo infantil, integrante del Comité de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

Por su parte, Lucas Lucarelli, médico nefrólogo, pediatra y también miembro del Comité de Nefrología de la SAP, agregó: “No existe todavía un tratamiento específico, por lo que la prevención es fundamental, así como también es crucial el seguimiento médico regular para los niños y niñas que desarrollan SUH, ya que pueden presentar complicaciones severas a largo plazo. Los controles periódicos con un nefrólogo pediátrico son esenciales para monitorear y prevenir cualquier deterioro de la salud renal”.

Los principales síntomas que sugieren la enfermedad incluyen, entre otros, diarrea con sangre, dolor abdominal, vómitos, palidez, alteración de la conciencia, disminución de la orina y convulsiones. Ante estos signos, se debe consultar al pediatra o acudir al centro de salud sin automedicarse. Como se vio anteriormente, no existe un tratamiento específico para la enfermedad, solo se tratan los síntomas y los órganos afectados; si se desarrolla insuficiencia renal aguda, se indica diálisis.

Para esta efeméride nacional, la SAP lanzó una campaña que se extiende entre el 19 y el 24 de agosto, durante la cual se llevarán a cabo diversas acciones informativas con el objetivo de concientizar a la comunidad sobre la prevención de este cuadro.

Es que, según la SAP, el SUH tiene un gran impacto en la salud infantil: puede llegar a ser fatal hasta en el 3% de los casos, y dejar secuelas renales crónicas posteriores en el 50% de los sobrevivientes.

Así, la campaña de este año se centra en educar a la comunidad sobre prácticas seguras de manipulación de alimentos y medidas de higiene esenciales. “Es fundamental cocinar bien las carnes hasta que no queden rosadas, lavarse las manos antes de comer, manipular alimentos y después de ir al baño, así como también usar superficies y utensilios distintos para alimentos crudos y cocidos y consumir lácteos pasteurizados”, detalló Ana Paula Spizzirri, médica nefróloga pediatra y prosecretaria del Comité de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Alejo de Saraqueta, médico nefrólogo infantil y vocal del Comité de Nefrología de la SAP, informó que, como parte de la campaña, se realizarán actividades informativas y educativas a través de medios masivos de comunicación y redes sociales para alcanzar a un público más amplio. También habrá charlas y actividades con expertos en pediatría y nefrología en distintos puntos del país, así como acciones interactivas con la comunidad para resolver dudas y brindar información crucial sobre la prevención y el manejo del SUH.

Desde la SAP, en un documento, advirtieron las potenciales complicaciones a futuro para los pacientes con esta patología: “Los niños que tuvieron SUH en la infancia pueden presentar complicaciones a largo plazo como hipertensión, proteinuria (pérdida de proteínas por orina) y disminución de la función renal, lo cual puede requerir diálisis o trasplante renal en casos severos. Es importante destacar que estas complicaciones a veces pueden manifestarse años después del episodio inicial y la enfermedad o daño renal no produce síntomas”.

“Por esta razón, es fundamental realizar controles regulares con un nefrólogo pediátrico para monitorear la salud renal hasta la adultez y poder actuar preventivamente ante cualquier signo de deterioro”, postularon.

Medidas de prevención del SUH
Dado que no existe un tratamiento específico para el SUH, la prevención es la herramienta más eficaz para proteger a los niños de esta grave enfermedad. Algunas recomendaciones clave para reducir el riesgo de infección son las siguientes.

Cocinar bien las carnes: asegurarse de que las carnes, especialmente la carne picada, estén completamente cocidas, sin partes rosadas ni jugosas en su interior. La bacteria que causa el SUH muere a más de 72 °C, por lo que es crucial garantizar una cocción adecuada. Se debe tener especial cuidado con productos como hamburguesas finas o albóndigas pequeñas, que deben cocinarse completamente.

Evitar embutidos caseros: no consumir embutidos sin rotulación adecuada, ya que podrían no cumplir con los estándares de seguridad necesarios.

Lavarse las manos correctamente: lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, manipular alimentos, después de tocar alimentos crudos, y luego de ir al baño o cambiar pañales. Esto es fundamental para evitar la transmisión de bacterias.

Prevenir la contaminación cruzada: usar superficies y utensilios distintos para alimentos crudos y cocidos. Evitar el uso de mesadas y tablas de cortar de madera, que pueden retener bacterias. Las frutas y verduras deben lavarse con agua segura antes de su consumo.

Mantener la cadena de frío: es esencial mantener la cadena de frío de los alimentos desde su compra hasta su consumo para evitar el crecimiento de bacterias.

Consumir lácteos pasteurizados: optar siempre por productos lácteos pasteurizados, ya que el proceso de pasteurización elimina posibles bacterias contaminantes.

Utilizar agua segura: usar solo agua potable para beber, cocinar y lavar alimentos. Si hay dudas sobre la potabilidad, se recomienda agregar dos gotas de lavandina por litro de agua y esperar media hora antes de usarla, o hervir el agua durante un minuto.

Higiene en la alimentación infantil: en caso de usar mamaderas, es crucial lavar bien los utensilios y las manos con agua segura, evitando que la leche permanezca a temperatura ambiente por más de dos horas. En lo posible, se aconseja mantener la lactancia materna en niños pequeños.

Seguridad en lugares de recreación: asegurarse de que las piscinas y ríos, donde se nada, sean aptos para uso recreativo y no estén contaminados. (Infobae)

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