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El dueño del Hotel Boutique Pie de Piedra de Villa Arcadia en CAFEXMEDIO: “Descanso y atención personalizada son la carta de presentación”

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Rubén Alonso, empresario y hacedor incansable, confiesa en CAFEXMEDIO su pasión por reinventar el concepto de hospitalidad, en este caso, en la localidad suarense vecina a Sierra de la Ventana.

Con una trayectoria que va desde una pescadería hasta la creación de complejos turísticos, Alonso apuesta por un proyecto único, personalizado y exclusivo, en el que cada detalle es fruto de su experiencia y amor por lo bien hecho.

Un proyecto con sello personal

“Cada vez hay que ofrecer algo mejor, algo más lindo, algo con mejor gusto”, comenta Alonso, quien ha dedicado gran parte de su vida a transformar espacios y experiencias. Su nueva apuesta es el Hotel Boutique Pie de Piedra, un refugio pensado para adultos, donde la exclusividad se vive en cada rincón. Con instalaciones que incluyen 300 metros cuadrados de spa (sauna seco y húmedo, dos salas de masajes y una piscina climatizada con jacuzzi), un solarium que enmarca el cerro y el cordón Ventania, y hasta una cava subterránea, el hotel se perfila como una experiencia sensorial única en la región.

El propietario detalla que cada habitación ha sido diseñada para ofrecer confort excepcional: “En cada cuarto tengo una master suite, unas suites que dan al río o al campo, todas equipadas con detalles de alta gama, como una Nespresso para quien quiera disfrutar de un café exclusivo”. Con todas las habitaciones pensadas para parejas y restringido a mayores de 16 años, Alonso busca crear un ambiente tranquilo y sofisticado, donde el descanso y la atención personalizada son la carta de presentación.

La pasión del hacedor

Lo que distingue a este emprendimiento es la impronta personal de su creador. “No me siento comerciante, me siento un hacedor”, afirma Alonso, quien se involucra en cada etapa del proyecto, desde la compra del terreno –compuesto por tres lotes– hasta la transformación del espacio a su manera, sin recurrir a decoradoras externas. Elementos heredados y recuerdos del campo, como las ruedas de un arado o caños de antiguos silos, se integran en la ambientación, dotando al hotel de un toque vintage y sentimental.

Esta dedicación se extiende a la gastronomía: Alonso, apasionado cocinero, ha incorporado en su oferta platos elaborados a la vista, desde pastas hasta mariscos frescos, aprovechando la cercanía con Bahía Blanca para importar ingredientes de primera calidad. “La gente viene a buscar ese tipo de servicios y nosotros apostamos a ofrecer algo especial, que no se encuentra en otro lugar”, destaca, resaltando la importancia de la experiencia y del trato personalizado.

Retos y desafíos en el camino

Sin embargo, el recorrido no ha estado exento de obstáculos. Alonso confiesa que la burocracia y la dificultad para encontrar personal comprometido han sido algunos de los desafíos más grandes. A pesar de haber generado cinco casas para alojar al personal, la escasez de mano de obra y la falta de vivienda asequible en la zona complican la tarea de mantener un servicio de excelencia durante todo el año.

“El reto es enseñar y poner a cada uno en su lugar. Busco gente joven, de la zona, que tenga compromiso y ganas de aprender”, señala el empresario, quien cree firmemente en la formación y en la importancia de valores tradicionales, como el respeto y el sacrificio. Su reflexión sobre la evolución de la educación y la comunicación en Argentina se hace patente cuando recuerda cómo, en su época, cada carta y cada detalle contaban para forjar una cultura del esfuerzo y la dedicación.

Mirando al futuro

A pesar de los contratiempos, Rubén Alonso se muestra optimista y comprometido con su proyecto. “El mes que viene, si todo sale bien, estaremos listos para inaugurar”, comenta, anticipando una apertura que promete no solo una experiencia hotelera de lujo, sino también un espacio donde se fusionen tradición y modernidad. Con un hotel pensado para atender a un público que busca exclusividad y una atención que recuerda a tiempos pasados, Alonso invita a sus futuros clientes a ser parte de un proyecto que es mucho más que un simple negocio: es la materialización de una pasión por hacer las cosas bien.

En palabras del propio Rubén Alonso, “me van a ver en el hotel. Me van a ver” –una promesa de cercanía y dedicación que, sin duda, marcará la pauta de una experiencia única en Villa Arcadia, partido de Coronel Suarez.

Rubén Alonso continúa trabajando en cada detalle, desde el diseño de las instalaciones hasta la selección del personal, convencido de que su propuesta, que une tradición, innovación y amor por la calidad, será una carta de presentación irrepetible en el competitivo mundo de la hotelería boutique.