La reciente inundación que azotó Bahía Blanca dejó un saldo devastador en el sector comercial.
Juan Carlos Starovinsky, gerente de la Corporación de Comercio, Industria y Servicios de la ciudad, advirtió en CAFEXMEDIO sobre el impacto inmediato y a largo plazo que enfrentan los comerciantes y empleados afectados por la catástrofe.
“Fue catastrófico para gran parte de los comercios. Muchos perdieron casi el 100% de su mercadería, además de la infraestructura dañada: mostradores, pisos, estanterías y computadoras. El daño será difícil de recuperar”, señaló Starovinsky.
Sin embargo, el problema no se limita a la pérdida material. “Esto tiene una foto y una película. La foto es lo que vemos ahora, pero la película es lo que viene después: un lucro cesante. Habrá días en los que, aunque puedan abrir, los negocios no tendrán las mismas ventas porque la gente también está afectada”, explicó. Este escenario podría generar un problema aún más grave: la imposibilidad de pagar sueldos, lo que afectaría a unos 15.000 empleados del sector.
La falta de respuestas inmediatas de los organismos financieros es otro punto de preocupación. “Hasta el viernes, no había ninguna circular en el Banco Provincia sobre la ayuda anunciada por el gobernador Kicillof. Si los comerciantes no reciben asistencia, la ciudad se verá golpeada por una recesión inevitable”, advirtió el gerente.
Starovinsky destacó la importancia de una respuesta coordinada entre el sector privado y el público para evitar un colapso económico. “La ciudad necesita recibir mucho aporte económico. La solidaridad de la gente fue increíble en los primeros días, pero ahora hacen falta fondos para que la economía local no se paralice”.
Mientras tanto, la Corporación continúa relevando la situación a través de encuestas a comerciantes en el centro y barrios como Villa Mitre, Noroeste e Ingeniero White, con el objetivo de dimensionar la magnitud de las pérdidas y reclamar soluciones concretas.
La advertencia es clara: sin medidas urgentes, la crisis económica derivada de la inundación podría ser aún más grave que el desastre natural en sí mismo.
