El mercado inmobiliario de Bahía Blanca atraviesa una etapa de reacomodamiento tras años de inestabilidad. Así lo asegura Javier Piñero, representante de la Cámara Inmobiliaria local, quien en diálogo con CAFEXMEDIO trazó un panorama optimista, aunque no exento de desafíos.
“Estamos mucho más ordenados que hace un año”, sostuvo Piñero, al referirse al mercado de alquileres. Según explicó, el freno a la inflación y la eliminación de la ley de alquileres vigente hasta hace dos años permitió recuperar cierta normalidad en los contratos, que volvieron a regirse por acuerdos de partes, con actualizaciones cuatrimestrales o semestrales.
Uno de los factores que colaboró con esta mejora fue el retorno de propietarios que, ante la anterior normativa, habían optado por retirar sus propiedades del mercado. “La rentabilidad volvió a ser aceptable, en torno al 5% anual sobre el valor del inmueble”, detalló. Aunque esta cifra pueda parecer baja en comparación con otras alternativas financieras, Piñero remarcó que la inversión inmobiliaria tiene una ventaja clave en contextos volátiles: “Si una persona hubiese guardado el dinero en lugar de comprar un departamento hace 20 años, hoy se compraría solo la puerta. En cambio, con el inmueble, además de conservar el bien, obtuvo renta todos los meses”.
Respecto a los precios actuales, indicó que un departamento de un dormitorio en zona centro o macrocentro se ubica entre los 350.000 y 400.000 pesos mensuales. “Hay suficiente oferta, lo que hace que los precios no tiendan a dispararse”, explicó. Sin embargo, reconoció que estos valores siguen siendo un golpe fuerte para los inquilinos: “El problema no son los precios de los alquileres, sino los sueldos, que están muy retrasados”.
En ese sentido, Piñero recordó que históricamente un alquiler representaba entre el 25% y el 30% de un salario estándar, algo que hoy está desbalanceado. “Estamos en un momento donde la cuota de un crédito hipotecario puede ser más baja que el valor de un alquiler, aunque los créditos aún están caros”, dijo, apuntando a una de las paradojas actuales del mercado.
Otro punto que abordó fue la disponibilidad de unidades. “Bahía Blanca tiene una fuerte demanda estacional por parte de estudiantes, y entre enero y abril suele haber escasez de departamentos chicos. Aunque ahora hay variedad, si no se reactiva la construcción, en el futuro podría haber faltantes”, advirtió.
Finalmente, el dirigente inmobiliario se refirió a los locales comerciales del centro, donde se observa una creciente cantidad de espacios vacíos. “Antes valían muchísimo, pero ahora han tenido que bajar sus precios porque no encuentran inquilinos”, reconoció, y explicó que esto no se debe solamente a la economía local, sino a la competencia con el comercio online y a la migración de marcas hacia los barrios. “Hoy alquilar un local en el centro es tan caro que muchos comerciantes se mudan a los barrios. Pagan un tercio o la mitad y encima venden online, así que la ubicación ya no es tan decisiva”, concluyó.
