El próximo 5 de diciembre se conocerán las propuestas económicas para la ambiciosa obra de reconstrucción del canal Maldonado, una intervención que llega justo cuando se cumplen 80 años de la finalización del conducto original y que apunta a reforzar su capacidad hidráulica, pero también a transformar su entorno en un nuevo espacio público.
Aunque el objetivo principal es triplicar el caudal de transporte de agua, el proyecto incorpora un fuerte componente paisajístico que busca convertir el sector en un paseo lineal con plazas, áreas verdes y lugares de recreación. La iniciativa incluye la construcción de pasarelas que cruzarán el canal, un circuito peatonal y ciclístico y nuevas zonas de descanso a lo largo de sus márgenes.
El canal perdió cerca del 40% de su revestimiento y sufrió daños en sus taludes, además de contar con varios puentes inutilizados. Esa situación lo volvió especialmente vulnerable frente a lluvias intensas en la cuenca del Napostá.
La Nueva describe que el ensanche del conducto es urgente, tanto por la necesidad de enfrentar eventos como el del pasado 7 de marzo como por la recurrencia de crecidas en el arroyo.
El rediseño prevé ampliar la parte superior del canal de 19 a 26 metros, lo que obligará a retirar decenas de árboles en su trazado de 6.500 metros y ocupar, en algunos sectores, parte de las calles laterales. Para ello se excavarán 96 mil metros cúbicos de tierra, aproximadamente el 30% del volumen extraído durante la obra original de 1948.
El nuevo revestimiento de fondos y taludes demandará 7 mil metros cúbicos de hormigón reforzado con fibras sintéticas, mientras que las antiguas placas —38 mil metros cuadrados— serán retiradas, trituradas y reutilizadas para mejorar distintas calles de la ciudad.
De acuerdo con un informe publicado por La Nueva, la obra también contempla empalmes de cañerías, rampas de acceso, un nuevo puente vehicular, la instalación de 59 sumideros y el estabilizado de calles de tierra a ambos lados del canal.
Uno de los aspectos más innovadores es el tratamiento paisajístico, definido en el pliego como “Piezas de renaturalización”: siete grandes pasarelas peatonales, de entre 3,75 y 26 metros de ancho, que funcionarán como jardines elevados, plazoletas y miradores. Se estima que esta transformación beneficiará de manera directa a unas 35 mil personas y mejorará el desempeño









