Hay visitas que no son solo visitas. Hay gestos que, aun sin grandes discursos, dicen mucho más de lo que parece. La presencia de Manu Ginóbili en la sede de la Asociación Bahiense de Básquet fue exactamente eso: un encuentro cargado de sentido, de memoria y de identidad.
Recibir a Manu en la ABB no fue un hecho protocolar ni una foto más para el archivo. Fue, ante todo, la confirmación de que la historia del básquet bahiense está viva, que sigue latiendo y que, cuando el camino es genuino, las figuras vuelven a acercarse a su casa.
Durante su visita, le hicimos entrega de una camiseta institucional y le presentamos el proyecto del Espacio de Memoria de la Asociación, una iniciativa que comenzamos a desarrollar este año con un objetivo claro: preservar, ordenar y poner en valor la historia del básquet de Bahía Blanca. Mostrarle ese proyecto a quien es, sin discusión, uno de los máximos exponentes del deporte que nos representa, tuvo un significado especial. No solo por lo que Manu simboliza para Bahía y para el país, sino porque ese espacio también lo tiene a él como parte fundamental de su relato.
Manu recorrió la sede, escuchó, preguntó, se interesó. Y en ese gesto simple —pero profundo— quedó reflejado algo que como institución buscamos construir: un vínculo real entre pasado, presente y futuro. La historia no como una vitrina cerrada, sino como un punto de encuentro.
Fue recibido por el presidente Guillermo Barco, el vicepresidente Leonardo Gómez Talamoni y miembros del equipo de comunicación de la ABB. Pero, simbólicamente, fue recibido por toda una ciudad que respira básquet desde hace décadas.
Un año donde las figuras volvieron a acercarse
La visita de Manu no es un hecho aislado. Forma parte de algo más amplio que durante este año, muchas de las figuras históricas del básquet bahiense volvieron a relacionarse activamente con la Asociación.
Juan Ignacio “Pepe” Sánchez fue parte de la campaña “En la cancha y en la tribuna, el respeto es parte del juego”, sumando su voz y su imagen a un mensaje que entendemos como central para el presente y el futuro de nuestro deporte.
Alejandro Montecchia y Sebastian Ginóbili dijeron presente en las finales de los torneos locales, acompañando desde la tribuna, como uno más, reafirmando ese sentido de pertenencia que distingue al básquet de Bahía.
Sergio “Oveja” Hernández se tomó un avión para venir especialmente a ver una final. Un gesto que habla por sí solo y que confirma el lugar que ocupa nuestra ciudad en el mapa emocional del básquet argentino.
Y Marcelo Richotti, otra figura emblemática, volvió a pisar la Asociación, cerrando un círculo que conecta generaciones, recuerdos y presente.
Nada de esto es casual. No responde a una moda ni a una estrategia de ocasión. Es el resultado de un trabajo silencioso, sostenido y profundamente respetuoso de la historia. Un trabajo que busca que la ABB vuelva a ser un punto de referencia, no solo administrativa o deportiva, sino también simbólica y cultural.
La ABB como casa común
La Asociación Bahiense de Básquet no es solo el lugar donde se organizan torneos. Es, o debería ser siempre, la casa común del básquet de Bahía Blanca. Un espacio donde convivan los chicos que recién empiezan, los clubes, las familias, las selecciones… y también quienes hicieron grande esta historia.
El proyecto del Espacio de Memoria va en esa dirección. No para mirar el pasado con nostalgia, sino para entender de dónde venimos y hacia dónde queremos ir. Porque creemos que no hay futuro sólido sin memoria, y no hay identidad sin reconocimiento.
Ver a Manu recorrer ese proyecto, escuchar sus comentarios, sentir su cercanía, fue una señal muy clara: estamos yendo por el camino correcto. Cerrar el año con sentido
En un año intenso, con desafíos deportivos, sociales e institucionales, estos encuentros funcionan como una especie de abrazo colectivo. Nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos. Nos confirman que el básquet de Bahía sigue siendo un lugar de pertenencia, incluso para quienes llegaron a lo más alto.
Que Manu Ginóbili haya venido a la Asociación no es solo una noticia. Es un símbolo.Es la historia volviendo a casa.
Es Bahía diciendo presente. Y es la ABB reafirmando su rol: cuidar el legado, fortalecer el presente y construir futuro, porque, cuando las puertas están abiertas y el trabajo es honesto, la historia siempre vuelve. (ABB)
