lun. 22 de diciembre de 2025
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La Universidad ahorró más de $125 millones gracias a la campaña “Hacé foco y cuidá”

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La cifra suma lo economizado en gas y energía eléctrica. Además del impacto económico, tuvo un resultado ambiental muy positivo, disminuyendo notablemente la huella de carbono de la institución.

Un significativo ahorro de energía y de dinero fue el resultado de la primera iniciativa de concientización y buenas prácticas de uso de la energía puesta en marcha en la UNS. El informe final de la campaña institucional “Hacé foco y cuidá”, orientada a promover el uso responsable de la electricidad y el gas natural, presentado por sus coordinadores recientemente al Rectorado muestra que se logró un ahorro superior a los 125 millones de pesos. Además del impacto económico, tuvo un resultado ambiental muy positivo, disminuyendo notablemente la huella de carbono de la institución.

“Hacé foco y cuidá” constituyó la primera iniciativa integral de la UNS en materia de sensibilización y gestión del consumo energético, articulando comunicación, capacitación y acciones operativas. Los resultados evidencian que la combinación de concientización, gestión y compromiso institucional puede traducirse en mejoras reales, medibles y sostenidas, y sientan las bases para una política de gestión energética consolidada en el tiempo”, destaca el informe final.

La campaña comenzó en agosto de 2024, y al hacerlo las autoridades remarcaron que “la UNS destina actualmente un 15% de sus gastos de funcionamiento al pago de electricidad y gas natural. Esto convive con un proceso de quita de subsidios a la energía y actualización de tarifas que casi triplica el valor de 2023, además de una situación presupuestaria ya de por sí preocupante. El efecto empeorará si el consumo energético no disminuye”.

Actualmente la institución cuenta con 69 puntos de suministro de energía eléctrica y 83 de gas natural. Para el análisis del ahorro se seleccionaron los medidores con mayor incidencia en el gasto energético: diez correspondientes a electricidad, que representan el 91 % del consumo total, y dieciséis de gas natural, que concentran el 79 % del gasto. A partir de la sistematización de estos datos, se comparó la evolución mensual y global de los consumos entre los períodos agosto 2023–julio 2024 y agosto 2024–julio 2025.

Los resultados muestran una reducción del 11 % en el consumo de energía eléctrica y del 18 % en el uso de gas natural. En términos absolutos, el consumo de gas pasó de 664.000 m³ a 544.000 m³, lo que implica 120.000 m³ evitados. De manera global, considerando ambos servicios, el desempeño energético de la Universidad mejoró un 15 %, con una disminución del consumo total de 11.400.000 kWh a 9.700.000 kWh, equivalente a un ahorro de 1.700.000 kWh.

La valorización económica de esta reducción, calculada según las tarifas vigentes para servicios generales al momento del análisis, arroja un ahorro de $ 101.175.000 en energía eléctrica y $ 25.650.000 en gas natural. En conjunto, el beneficio económico total asciende a $ 126.825.000, equivalentes a aproximadamente 89.000 dólares estadounidenses.

Además del impacto económico, la reducción del consumo energético mejoró el desempeño ambiental de la Universidad, particularmente en la disminución de su huella de carbono. Se estima una reducción total de 443 toneladas de CO₂ equivalente, de las cuales 261 toneladas se asocian al menor consumo de gas natural y 182 toneladas a la reducción en el uso de energía eléctrica.

“El análisis también indica que más de la mitad del consumo energético de los sitios relevados se destina a la climatización de ambientes, un dato clave para orientar futuras políticas y acciones de gestión energética. En este sentido, las acciones de sensibilización, comunicación, ordenamiento operativo y mejora en el uso cotidiano de la energía resultaron determinantes para los resultados alcanzados”, valoró la doctora María María Ibáñez Martín, especialista en economía de la energía y coordinadora de la campaña. Junto a ella estuvo el ingeniero Federico Dubois, y completaron el equipo las licenciadas Lucía Álvarez, María Eugenia Rodríguez y Ariana Acuña en comunicación y redes.

Además de una intensa campaña de comunicación en medios universitarios, redes sociales y medios de comunicación de la ciudad, fueron realizadas dos capaciones, bajo la modalidad híbrida, destinadas a 52 personas de mantenimiento y mayordomía, con el objetivo de identificar cómo sus procedimientos diarios de trabajo inciden en el consumo energético. Estas pusieron en relevancia el rol central que cumplen los responsables de los edificios en el cuidado de la energía y en inculcar en alumnos, docentes y no docentes los aspectos relativos al cuidado de la energía.

Junto a ello, se llevaron a cabo acciones sobre la infraestructura, como el reemplazo de la iluminación incandescente por luces led en varios espacios exteriores como el campus y el complejo Alem, lo que además de mayor eficiencia energética significó más seguridad en dichos lugares.

Los próximos pasos

“Estamos muy conformes con la respuesta de la comunidad universitaria, y los resultados fueron muy positivos. Notenemos dudas que al ir combinando acciones como las buenas prácticas basadas en la concientizacion con avances en infraesructura y servicios, los próximos resultados van a ser aún mejores”, afirmaron desde el Rectorado.

Con el objetivo de profundizar y sostener estos avances, la Universidad proyecta dar continuidad a la campaña mediante una serie de acciones en vista al próximo período:

-Dar continuidad a la campaña de sensibilización, reforzando mensajes clave en momentos de mayor demanda energética (invierno e inicio del ciclo académico).
-Institucionalizar buenas prácticas operativas mediante protocolos simples y aplicables para aulas, oficinas, laboratorios y edificios administrativos.
-Fortalecer el rol de responsables de edificios y áreas técnicas mediante capacitaciones periódicas y retroalimentación basada en resultados.
-Ampliar y mejorar los sistemas de monitoreo energético, priorizando edificios con mayor impacto en el consumo total.
-Integrar la gestión energética a la planificación presupuestaria y a la agenda de sostenibilidad institucional, alineándola con los -Objetivos de Desarrollo Sostenible y la política de transición energética de la UNS.
-Evaluar la implementación de medidas complementarias, tales como automatización de climatización e iluminación, mejoras edilicias y eficiencia en equipamiento, según factibilidad técnica y presupuesto.