La jefa de Epidemiología de Región Sanitaria I, Jorgelina Scuffi, confirmó que entre los contactos estrechos del brote de sarampión importado desde Bolivia se encuentra una mujer de 83 años, residente en Coronel Rosales, que no cuenta con la vacuna correspondiente.
Aunque permanece asintomática, la situación encendió las alarmas por tratarse de un adulto mayor sin inmunización y por el riesgo de expansión del contagio.
Scuffi explicó en CAFEXMEDIO que el caso rosaleño forma parte del grupo de pasajeros que viajaba en el colectivo donde se detectaron cuatro casos confirmados de sarampión, todos pertenecientes a una familia uruguaya que contrajo la enfermedad en Bolivia. “El colectivo es un espacio cerrado, por lo tanto todas las personas que viajaron allí son consideradas contactos”, detalló.
La funcionaria señaló que la persona mayor “está identificada, no presenta síntomas y está siendo monitoreada diariamente”, pero aclaró que no requiere aislamiento mientras continúe sin signos de enfermedad. El dato central es que tampoco cuenta con la inmunización adecuada, situación que comparte con los cuatro casos iniciales.
Síntomas y población en riesgo
Scuffi repasó los síntomas característicos del sarampión. El signo más claro es la aparición de manchas en la piel, asociado a fiebre, conjuntivitis, tos y secreción nasal. Sin embargo, cuando existe antecedente de contacto, “si aparece tos o conjuntivitis, la sospecha es inmediata; no esperamos a que se brote la piel”.
A diferencia del COVID-19, el sarampión impacta más en los niños pequeños. “Este caso es exactamente al revés: los menores de 5 años son los más afectados”, señaló, aunque recordó que los adultos sin vacunación también pueden sufrir complicaciones severas.
Vacunación en caída y un riesgo que vuelve a aparecer
Durante muchos años el sarampión estuvo prácticamente controlado en Argentina gracias a una cobertura de vacunación superior al 95%. Hoy, la situación cambió.
“Para esta altura del año deberíamos estar en el 83%. Estamos en el orden del 65 al 69%”, advirtió Scuffi.
La especialista insistió en que la triple viral, aplicada a los 2, 4 y 6 meses con refuerzo al ingreso escolar, “no sólo evita que nos contagiemos: evita las formas graves”, incluidas secuelas neurológicas y casos potencialmente mortales.









