Se trata de Roxana Rivas, quien trabajaba en la Unidad Sanitaria del Barrio Napostá.
En las últimas horas, el Tribunal Criminal Nº 1, a cargo del juez Ricardo Gutiérrez, condenó a una enfermera por los delitos de venta de sustancias medicinales, sin autorización, ejercicio ilegal de la medicina, y peculado en concurso ideal con delitos de estafa y violación de los deberes de funcionario publico.
Rivas fue condenada a tres años de prisión condicional. Además, estará inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos y deberá cumplir una serie de reglas de conducta por espacio de 36 meses.