La política bahiense volvió a encenderse este martes tras la sorpresiva votación que desplazó a Mauro Reyes de la presidencia del Concejo Deliberante y colocó en su lugar a la concejala Gisela Caputo. El movimiento, apoyado por ediles de Juntos y por sectores del peronismo, desató una fuerte reacción dentro de La Libertad Avanza.
Oscar Liberman, diputado electo por el espacio libertario, apuntó duramente contra los bloques que acompañaron el cambio de autoridades y calificó lo ocurrido como “una muestra clara de por qué la gente dejó de creer en la política”.
Según Liberman, los concejales que meses atrás ingresaron al cuerpo legislativo por la boleta de La Libertad Avanza “se alinearon con el PRO y el peronismo para repartirse la Municipalidad como un botín”. En esa línea, denunció que la maniobra tuvo como finalidad “asegurar beneficios personales y negociar cargos a costa de aumentar impuestos”.
“Son tan casta que como sacaron el 26% en las últimas elecciones y tienen todos los barrios pintados de violeta, salen a comprar votos para aumentar impuestos a cambio de cargos”.
El legislador electo también cuestionó a los sectores kirchneristas, a quienes acusó de haber votado en contra de uno de sus propios dirigentes, Roberto Arcángel. “Prefirieron respaldar a una referente del ritondismo antes que a alguien de su espacio”, afirmó.
La reconfiguración del Concejo y las tensiones internas entre los bloques dejaron al descubierto un escenario de alta volatilidad política en Bahía Blanca, donde la ingeniería de acuerdos y desacuerdos promete seguir abriendo capítulos en los próximos días.









