El concejal radical, Pablo Daguerre expresó su rechazo a la decisión del Gobierno Nacional de avanzar con el cierre de la Dirección Nacional de Vialidad, un organismo histórico y estratégico que tiene que ser clave en el desarrollo de la infraestructura vial del país.
Cerrar Vialidad no es una medida de austeridad ni de eficiencia. Es un ataque directo al federalismo, al trabajo argentino y a la soberanía logística del país.
Vialidad Nacional tiene que ser eficiente, moderna y transparente ya que se encarga de planificar y ejecutar rutas, caminos y obras esenciales en todas las provincias; garantizando el mantenimiento de la conectividad terrestre, el acceso a la producción regional y la seguridad en nuestras rutas. Su vaciamiento o eliminación implica:
- El abandono de obras públicas fundamentales.
- La paralización del mantenimiento de rutas nacionales.
- El desmantelamiento de equipos técnicos altamente capacitados.
- La pérdida de miles de empleos calificados en todo el país.
- Una profundización de las desigualdades entre las regiones.
El Gobierno busca instalar la idea de que todo lo estatal es sinónimo de corrupción, despilfarro o inutilidad. Esa es una visión profundamente ideológica, regresiva y peligrosa. La corrupción no se combate con ajuste, se combate con control, planificación, auditoría y gestión seria.
Combatir la corrupción no es destruir el Estado. No se combate la ineficiencia clausurando organismos estratégicos, sino fortaleciendo sus capacidades, profesionalizando sus equipos y garantizando transparencia.
Es falso que el sector privado pueda reemplazar al Estado en esta función. La experiencia demuestra que sin un Estado eficiente y con planificación estratégica, las obras no llegan a donde no hay rentabilidad inmediata: las rutas nacionales del sudoeste bonaerense son un claro ejemplo.
Reclamamos la inmediata marcha atrás con esta medida y exigimos al Congreso Nacional, a los gobernadores y a toda la dirigencia política, sindical y social que se exprese con claridad. La defensa de Vialidad Nacional no es partidaria: es una causa federal.
