En entrevista con CAFEXMEDIO, Pablo Albamonte, director del grupo hotelero Howard Johnson, anunció dos inversiones claves para la región: una en Bahía Blanca y otra en la Comarca Serrana, cercana a Saldungaray y Tornquist.
En ambos casos, se trata de desarrollos de gran envergadura que buscan fortalecer la oferta turística y empresarial del sudoeste bonaerense.
El desembarco en Bahía Blanca
Albamonte confirmó que el hotel Howard Johnson de Bahía Blanca, ubicado dentro del ejido urbano, está próximo a inaugurarse: “Calculamos que entre 90 y 120 días estará listo”, dijo.
El edificio contará con 80 habitaciones, spa, restaurante, pileta cubierta, cocheras y salón de eventos. También brindará servicios a la comunidad bahiense, desde gastronomía hasta fiestas sociales.
“La oferta hotelera de calidad es muy escasa en muchas ciudades del interior. Bahía Blanca necesitaba una propuesta de este tipo, tanto por las actividades empresariales como por los eventos deportivos o culturales que hoy no pueden desarrollarse por falta de plazas”, explicó.
Un inversión novedosa se dará en un predio de 12 hectáreas sobre la Ruta 76, a la altura del kilómetro 238, en plena Comarca Serrana. El hotel, que llevará la marca Howard Johnson, contará con 70 habitaciones, restaurante internacional, spa, salón de convenciones y vistas panorámicas hacia los principales cerros de la región, incluidos el Tres Picos.
“Es un proyecto muy importante que se va a cristalizar. Ya está firmado el contrato de sublicencia con un grupo inversor mayoritariamente peruano”, señaló Albamonte. “Calculamos que en 90 días podríamos estar iniciando la obra. La duración estimada es de 18 a 24 meses”, agregó.
El empresario destacó que será una propuesta atractiva tanto para el turismo como para el mundo corporativo. El salón de convenciones y los espacios comunes estarán abiertos también al público general, algo que considera clave para la integración del hotel con la comunidad.
Un modelo de inversión diferente
Uno de los aspectos más llamativos del proyecto es su modalidad de inversión, basada en un fideicomiso que permite a particulares adquirir habitaciones como una forma de resguardo de capital. Según Albamonte, esta alternativa es cada vez más elegida por inversores que buscan diversificar.
“Una habitación de hotel, comparada con la misma inversión en un departamento de alquiler tradicional, deja aproximadamente entre el doble y el triple”, afirmó. “Y con la ventaja de no tener que lidiar con inquilinos o arreglos. El hotel se ocupa de todo, el mantenimiento está garantizado y el inversor puede vender su habitación cuando quiera”.
Este esquema, muy utilizado en países como Brasil, gana terreno en la Argentina y ya forma parte del modelo de expansión de la cadena.
Competencia que potencia
Consultado sobre la cercanía de otros emprendimientos como el Hotel Los Alerces o Finca Ocho Cerros, Albamonte fue claro:
“A diferencia de otros rubros, en hotelería la competencia es bienvenida. Cuanta más oferta haya, más se posiciona un destino y más se puede invertir en publicidad y acciones de promoción. No vemos a los demás como competidores, sino como colegas que ayudan a hacer crecer la zona”.
Finalmente, invitó al periodista a compartir un café en la inauguración del hotel, haciendo honor al nombre del programa. Y dejó una reflexión clave: “La hotelería no es solo una inversión rentable. Es una herramienta concreta para el desarrollo local”.
