En medio del complejo escenario que atraviesa Bahía Blanca tras la inundación del 7 de marzo , Luis Gallego, titular de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), filial local, aseguró que “todos los autos que se le entregan a los clientes son autos renovados por las fábricas”.
Durante una entrevista con CAFEXMEDIO, Gallego explicó que, si bien hubo demoras en las entregas, las concesionarias están trabajando junto a las fábricas y las compañías de seguros para garantizar que ningún cliente reciba un vehículo afectado por el agua: “A ningún cliente se le va a entregar un auto que se haya mojado; las fábricas no quieren que eso pase”, enfatizó.
Según detalló, hay al menos tres concesionarias locales involucradas con vehículos dañados, entre ellos aproximadamente 140 autos bajo el agua pertenecientes a una misma firma. Muchos de ellos ya estaban patentados pero no habían sido entregados al público. En ese sentido, aclaró que se está trabajando con la Dirección Nacional para poder anular esos patentamientos y realizar nuevos trámites para los vehículos que reemplazarán a los dañados.
Respecto al proceso, Gallego pidió paciencia: “Hay ansiedad, claro, pero que se queden tranquilos. Se está haciendo todo lo posible para que reciban autos nuevos y sin problemas. Las fábricas están absolutamente comprometidas”.
Por otro lado, se refirió al rol de las compañías aseguradoras, a quienes reconoció como “respondiendo bastante bien”, aunque admitió que el proceso suele resultar lento por la intervención de peritos, verificaciones y trámites de baja de los vehículos siniestrados.
Consultado por el impacto en el mercado, el referente de ACARA señaló que si bien hay una demanda creciente, esta surge de una tragedia y por tanto “no nos da felicidad”. Agregó que muchos clientes aún no iniciaron el proceso de reposición, y que hay un número incierto de vehículos inutilizables: “Se habla de entre 7.000 y 10.000 autos afectados, pero no hay una cifra oficial”.
Finalmente, Gallego llamó a mantener el espíritu comunitario y destacó la importancia de acompañarse en la reconstrucción: “Estamos en una ciudad complicada. Lo único que tenemos que hacer es fortalecernos entre todos y ser optimistas para levantar Bahía Blanca de nuevo”.
