Marcelo Alonso, vicepresidente de la Cámara de Estacioneros de Bahía Blanca, analizó los cambios que impulsa el Gobierno en el modelo de estaciones de servicio y cómo impactan en el sector.
En diálogo con CAFEXMEDIO, Alonso ofreció una mirada detallada sobre las recientes medidas anunciadas por el Gobierno Nacional que permitirán la instalación de estaciones de servicio con autodespacho de combustible y tanques aéreos.
Según Alonso, la implementación del autodespacho no será obligatoria para las estaciones del interior y se desarrollará de manera progresiva: “No va a ser mañana que vamos a estar con autodespacho. Creo que todos vamos a emigrar a ese sistema en algún surtidor por estación, pero no va a ser inmediato”.
Uno de los principales desafíos será la concientización del cliente. “La contaminación cruzada es un problema que tenemos, y hay que trabajar en eso”, advirtió. Además, explicó que aún no se conoce cuál será el diferencial de precio entre el servicio tradicional y el autodespacho, un factor clave para su viabilidad: “Si es solo un 2%, no va a funcionar. Nadie va a ir”.
Otro punto destacado fue la futura incorporación de tanques aéreos en las estaciones modulares, una novedad que despierta tanto curiosidad como inquietud. “Es algo raro. Ya vi pilotos con tanques arriba de los techos. Va a ser por gravedad, sin bombas, y tiene beneficios: menor mantenimiento, menos riesgos de derrames y sin necesidad de recambio cada 20 años”, detalló.
En cuanto al contexto económico y la situación del rubro en Bahía Blanca, Alonso reconoció que marzo fue un mes atípico por las inundaciones, que afectaron la operatoria de varias estaciones. Sin embargo, remarcó que el consumo se va recomponiendo, especialmente en los productos premium. “Va a ser un año difícil, pero todos estamos trabajando para poder vender mejor servicios y vender lo máximo posible”, afirmó.
Sobre el paro general convocado para este jueves, si bien no se explayó directamente, su frase resume el esfuerzo del sector ante un panorama desafiante: “Va a ser un año difícil”, marcando un claro contraste con las expectativas del Gobierno de una rápida adaptación a los nuevos modelos de comercialización.
