La ciudad despide hoy a Osvaldo Catini, reconocido empresario, productor musical y referente social, quien falleció a los 76 años a causa de un infarto. Su muerte generó una profunda conmoción tanto en el ámbito empresarial como en el cultural, donde dejó una impronta imborrable.
Catini fue propietario del emblemático boliche Rosini y creador del ciclo “Tango en la Bahía”, proyecto que impulsó con pasión para difundir el 2×4 y promover nuevos talentos locales. Su compromiso con la cultura popular fue una constante a lo largo de su vida.
De los primeros oficios al espíritu emprendedor
Nacido y criado en el barrio Noroeste, Catini trabajó en el correo y luego ingresó a Prefectura Naval Argentina, donde incluso prestó servicio en un faro de Monte Hermoso durante casi tres años. Ya de regreso en Bahía Blanca, comenzó a desarrollar su vocación empresarial: abrió una distribuidora de caños plásticos, una rotisería en General Cerri y emprendimientos vinculados a la producción porcina.
Con el tiempo consolidó su nombre en la actividad nocturna y social de la ciudad. Le dio vida al Salón Sueños del Club Almafuerte y fue impulsor de espacios que marcaron una época, como los boliches Impacto y Nativo, puntos de encuentro para generaciones de bahienses.
Cultura, deporte y compromiso social
Más allá de los negocios, Catini supo dejar huella en el deporte, especialmente en las bochas. En el Club Pacífico impulsó una escuelita para chicos, convencido de que el deporte es una herramienta de integración y contención social.
Su proyecto “Tango en la Bahía” se convirtió en un sello propio: espectáculos, concursos para jóvenes, milongas y un trabajo constante para mantener viva la tradición tanguera.
Momentos difíciles
En febrero de 2020 sufrió un violento asalto cuando regresaba a su casa con una recaudación. Recibió golpes, quedó internado en terapia intensiva y padeció secuelas en su visión que lo acompañaron en los años siguientes. A pesar de ello, continuó trabajando y manteniendo sus actividades culturales.
Un legado en la vida social de la ciudad
La figura de Osvaldo Catini representa la de un emprendedor incansable, con ideas, empuje y un fuerte compromiso con la vida cultural y comunitaria. Su partida deja un vacío profundo en Bahía Blanca, que hoy recuerda a un hombre que convirtió cada proyecto en un espacio de encuentro.
Sus familiares, amigos y todos aquellos que compartieron su camino lo despiden con afecto, admiración y gratitud.
