vie. 7 de marzo de 2025
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FRANCISCO WICHTER TENÍA 99 AÑOS

Falleció el último sobreviviente de la Lista de Schindler y su hijo lo recuerda en CAFEXMEDIO: “Mi padre sobrevivió para contar su historia, y ahora me toca a mí”

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El fallecimiento de Francisco (Faivel) Wichter, el último sobreviviente argentino de la Lista de Schindler, marca el fin de una generación que llevó consigo los recuerdos y las heridas del Holocausto.

A sus 99 años, apenas a unos meses de cumplir el siglo de vida, Wichter dejó un legado imborrable de memoria y enseñanza, basado en el mandato que recibió de su madre antes de ser deportada: sobrevivir y contar la historia.

Enrique Wichter, su hijo que reside hace décadas en Bahía Blanca, recordó en CAFEXMEDIO la vida de su padre, un hombre que logró sobrevivir a uno de los momentos más oscuros de la humanidad y que, luego, se dedicó a compartir su experiencia para educar a futuras generaciones.

“Sobrevivir es un mandato”, dice Enrique, y recurre a las palabras de su abuela para explicar la misión de su padre. “Mi madre le dijo a mi padre en su despedida, cuando se separó de ella antes de ser deportada a los campos de exterminio: ‘Tenés que sobrevivir y contarle al mundo lo que está sucediendo’. Ese fue su mandato, su objetivo en la vida”.

Un legado que trasciende generaciones

Francisco, cuando tenía apenas 19 o 20 años, vivió la peor parte del Holocausto. Estaba en el campo de concentración de Plaszów, pero fue uno de los afortunados que, por obra del destino, fue incluido en la lista de personas que Oskar Schindler logró salvar. “Mi padre fue uno de los jóvenes que pudo escapar de la muerte por un hecho fortuito”, explica Enrique. “Y a partir de ese momento, se dedicó a cumplir su legado, primero sobreviviendo y luego relatando su historia”.

En 1993, la película La lista de Schindler, dirigida por Steven Spielberg, fue un punto de inflexión. La película retrataba la historia real de los sobrevivientes, y en ella, Francisco no solo se veía reflejado, sino que fue uno de los protagonistas de la historia que conmovió al mundo. Enrique recuerda el impacto de la película en su padre, quien se negó a verla inicialmente, pero finalmente decidió asistir al cine. “Cuando la vio, le fue tan difícil que necesitaba salir de la sala y volver a entrar. Fue un choque tremendo”, relata su hijo.

A partir de ese momento, Francisco comenzó a hablar abiertamente de su experiencia, transmitiendo su historia en conferencias, entrevistas y en su libro Un décimo mandamiento, sobrevivirás. “Mi padre lo que buscaba era cumplir con ese mandato de su madre, hacer que el mundo supiera lo que sucedió”, sostiene Enrique, quien reconoce que esa misión se convirtió en su propia responsabilidad. “El legado, de alguna manera, recae sobre mí también, y sobre mis hijos y mis nietos. La memoria de Francisco y el mandato que recibió mi padre, ahora es nuestra tarea seguir adelante”.

La importancia de recordar y aprender

Enrique no es solo un testigo de la vida de su padre, sino también un transmisor de su historia. Hace 11 años, viajó con Francisco a Polonia, para que su padre pudiera volver a su pueblo natal, al que no había regresado desde que escapó del Holocausto. “En ese viaje, recorrí Polonia, visité los lugares que marcaron la vida de mis padres. Y por supuesto, ese viaje fue también un acto de transmisión de memoria”, dice Enrique.

A pesar de los avances en la tecnología y el acceso a la información, Enrique se muestra preocupado por cómo se está transmitiendo la historia hoy en día. “Hoy, vivimos en una era de sobreinformación, donde las noticias se presentan de manera superficial. Es como si todo fuera muy rápido, muy mediático, sin un proceso de reflexión”, reflexiona. “El peligro de la desinformación es real. Y es ahí donde debemos ser más responsables con la manera en que contamos nuestra historia”.

De hecho, Enrique considera que las generaciones actuales están perdiendo el sentido de la historia. “Hoy la gente tiene acceso a tantas plataformas que no sabe qué elegir. En vez de profundizar, todo se ha vuelto una especie de consumo rápido de contenido”, advierte. “Es necesario volver a la reflexión profunda. Recordar, estudiar, analizar. Solo así podremos evitar que la historia se repita”.

La lucha contra el antisemitismo

A medida que el mundo se enfrenta a nuevos conflictos y resurgimientos de antisemitismo, Enrique reflexiona sobre el futuro de la comunidad judía y la memoria del Holocausto. Aunque en Argentina la situación no es tan grave como en otros lugares del mundo, el resurgimiento de expresiones de odio y discriminación es un tema que no puede pasarse por alto. “En muchos lugares del mundo, especialmente en Europa y Estados Unidos, el antisemitismo está resurgiendo con fuerza”, lamenta Enrique. “Es muy importante que las generaciones futuras comprendan lo que ocurrió, porque si no, corremos el riesgo de repetir los mismos errores”.

A pesar de las dificultades, Enrique destaca la importancia de que los sobrevivientes y sus descendientes sigan transmitiendo la memoria de lo sucedido. “Las historias existen. El que esté interesado las puede buscar y las va a encontrar. Es vital que las generaciones futuras sigan reflexionando sobre ellas”, concluye.

El testimonio de Enrique y su padre Francisco es un recordatorio de la importancia de recordar el pasado, aprender de él y enseñar a las futuras generaciones sobre los horrores del Holocausto para evitar que se repitan. En tiempos difíciles, la historia no solo es una herramienta para comprender el presente, sino también una guía para el futuro.