El senador provincial, Marcelo Feliú, quien fuera asesor de la Convencional Constituyente, Olga Abraham, afirmó que la modificación a la Carta Magna “trajo consigo una legitimidad significativa, alcanzada tras profundos debates, y siendo votada por todos los partidos políticos. Un suceso que no podemos dejar de destacar, si la comparamos con otras reformas constitucionales nacionales”.
En el marco de las Jornadas organizadas por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, el Colegio de Abogados de Bahía Blanca, el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Departamento Judicial de Bahía Blanca y el Departamento de Derecho de la Universidad Nacional del Sur, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Horacio Rosatti —quien fuera convencional constituyente nacional en 1994— brindó una conferencia en nuestra ciudad (a la cual se puede acceder a través del siguiente link: https://youtu.be/wQwvDzBrwnQ?si=c1dfi8zqEgLO3N7t).
En su presentación, el Dr. Rosatti trazó un panorama de la situación actual, 30 años después de la histórica reforma de nuestra Constitución Nacional.
En este sentido, el legislador bahiense expresó que “a propósito del 30 aniversario de la misma, comparto una reflexión personal sobre este transcendente hecho para la historia reciente de nuestro país”.
“Si bien en la actualidad podríamos argumentar que aún quedan cuestiones pendientes a tratar —como es el caso de la modificación de la Ley de Coparticipación Federal—, la Reforma Constitucional Nacional de 1994 trajo consigo una legitimidad significativa, alcanzada tras profundos debates, y siendo votada por todos los partidos políticos. Un suceso que no podemos dejar de destacar, si la comparamos con otras reformas constitucionales nacionales”.
“Entre otras modificaciones, la reforma de 1994 incorporó, con rango constitucional, tratados internacionales de Derechos Humanos, y ratificó la debida convivencia jurídica constitucional de la defensa de la libertad y la igualdad. También permite y propicia la convivencia política de las diversidades ideológicas dentro de un marco democrático, e incorporó normas protectoras del medio ambiente, del sistema democrático, del amparo, de consumidores y usuarios, así como una mayor representatividad de las provincias en el Congreso, el dominio originario de estas de sus recursos naturales, el reconocimiento de las autonomías municipales y el carácter irrenunciable del reclamo de la soberanía sobre nuestras Islas Malvinas”, destacó Feliú.
“Se trató de una convención que, además, evidenció que es posible lograr consensos mínimos entre quienes piensan distinto. Sin dudas, siempre resulta propicio recuperar aquellos ejemplos históricos que demuestran lo que somos capaces de llevar adelante, más aún en la actual coyuntura”.
El senador provincial agregó que “una mención aparte y mi infinito agradecimiento, recuerdo y admiración por quien me permitió ser testigo privilegiado de esa Reforma, la queridísima ex diputada provincial y convencional constituyente nacional Olga Abraham, quien con su ejemplo cotidiano prestigió la actividad política”.
Finalmente, el abogado y profesor universitario, fundamentó su explicación, al decir que “comparto un fragmento del discurso del convencional constituyente nacional Raúl Alfonsín en el cierre de la Convención, una síntesis, creo, del espíritu constitucional y relevancia de aquella reforma que rige la vida de nuestro país”.