La histórica Estación Sud de Bahía Blanca, ubicada sobre avenida Cerri al 700, fue escenario este miércoles del retiro del mobiliario y equipos de oficina que permanecían en sus instalaciones, luego de la suspensión definitiva del servicio ferroviario de pasajeros entre Buenos Aires y Bahía Blanca.
Personal técnico realizó el traslado de escritorios, computadoras, archivos y distintos elementos administrativos, mientras representantes locales vinculados al ámbito ferroviario se acercaron para observar las tareas y expresar su preocupación por el futuro del edificio.
El retiro del equipamiento ocurre en un contexto de incertidumbre sobre el destino de la estación, que durante más de un siglo fue un punto emblemático del sistema ferroviario del sur bonaerense. Desde distintos sectores se insiste en que el inmueble debe preservarse como patrimonio histórico y cultural de la ciudad, evitando el deterioro o el abandono del lugar.
En paralelo, el municipio mantiene gestiones con autoridades nacionales para definir un nuevo uso para las instalaciones, mientras vecinos y ex trabajadores del ferrocarril lamentan que Bahía Blanca haya quedado sin conexión ferroviaria directa con la Capital Federal, un servicio que formaba parte de la identidad y la memoria colectiva de la comunidad.
El cierre del tren y el vaciamiento progresivo de la estación marcan el fin de una era para el transporte ferroviario bahiense, aunque también abren el debate sobre la necesidad de recuperar y revalorizar este espacio histórico que durante décadas fue símbolo de progreso, encuentro y desarrollo para toda la región.









