Las autoridades de la Universidad Nacional del Sur confirmaron cuales fueron los daños sufridos por la Casa de Altos Estudios durante el trágico temporal. “Estamos trabajando con mucho compromiso para poner en marcha todo nuevamente, pero el panorama en algunas áreas es desolador”, indicaron.
Se perdieron equipos de primer nivel, unos 70 mil libros y quedaron inutilizados más de 5000 metros cuadrados de gabinetes y laboratorios. “Ahora lo esencial es la gente que perdió todo, pero la UNS es una universidad pública, esto es patrimonio de toda la sociedad, y nuestro trabajo es cuidarla”, destacaron las autoridades. Se habilitó un sitio para donaciones.
El complejo Alem de la Universidad Nacional del Sur sufrió en algunos sectores un impacto devastador en la inundación del pasado 7 de marzo. Son más de 5000 metros cuadrados que están inutilizados donde había gabinetes, laboratorios y equipos de primer nivel.
“Estamos trabajando con mucho compromiso para poner en marcha todo nuevamente, pero el panorama en algunas áreas es desolador. Esto es un golpe durísimo para las actividades de docencia e investigación”, agregó Vega.
“En los últimos días, cuando empezaron a viralizarse imágenes, empezamos a recibir mensajes de graduados y de empresas que están en el país y el exterior, y de organismos internacionales que quieren realizar donaciones. Entendemos que por ahora lo más importante es la recuperación de aquellas familias que perdieron todo, pero también tenemos que tener en cuenta que la UNS es una universidad pública, esto es patrimonio de toda la sociedad, y nuestro trabajo es cuidarla y mejorarla”, agregó la vicerrectora, Andrea Castellano. Para canalizar ese interés se habilitó un sitio para hacer donaciones que es reconstruir.uns.edu.ar
El impacto de la inundación
Los subsuelos del edificio más antiguo de la UNS tuvieron daños incalculables en infraestructura y equipamiento, sobre todo en algunas áreas como la Biblioteca Central, donde quedaron bajo agua unos 70 mil libros, el 60% del total. Allí había colecciones únicas como los volúmenes del Centro de Documentación Bibliotecológica creado por el primer director de la misma, Nicolás Matijevic, o el repositorio de tesis de posgrado. “Ya conseguimos tres freezers para preservar los libros más costosos del crecimiento de moho y hongos y estamos en contacto con especialistas de todo el país para que nos orienten en la recuperación de lo que puede salvarse, especialmente de las obras más valiosas”, explicó el director de la Biblioteca, Víctor Ferracutti
En el área de Física inundada, donde el agua superó los dos metros de altura, se perdieron equipos de todo tipo, entre los que cuenta un microscopio de fuerza atómica (AFM) y un equipo de rayos X de los más importantes de Argentina.
También fueron duramente afectadas las áreas de Potencia del Departamento de Ingeniería Eléctrica y los laboratorios de suelos y de materiales del Departamento de Ingeniería, cuyas instalaciones quedaron completamente bajo agua. En algunos lugares la presión reventó puertas y ventanas.
“No sé cómo nos vamos a recuperar de esto. Los espacios se reacondicionarán, seguramente, aunque llevará mucho tiempo, pero los equipos que usan estudiantes y docentes para sus trabajos prácticos, ensayos de laboratorio e investigación quedaron inutilizados, son cientos de miles de dólares, son seis décadas de trabajo”, se lamentó el Rector.
Apoyos oficiales
“Desde la Subsecretaría de Políticas Universitarias y el Ministerio de Capital Humano se comprometieron a acompañarnos en la reconstrucción. Si los costos del temporal de diciembre de 2023 fueron 300 millones de pesos, estimamos que esto implica por lo menos 20 veces más”, calculó el rector. “También valoramos el acompañamiento del Consejo Interuniversitario Nacional y las 61 universidades públicas argentinas, que además de campañas de donaciones para los damnificados, están acompañando en un plan de recuperación”, concluyó Vega. (EnfoqueU)
