“Lo mismo un burro
que un gran profesor
no hay aplazaos ni escalafón
los ignorantes nos han igualao”
“Cambalache” (E.S. Discépolo)
Sostiene Hayek que “Todo el aparato para difundir conocimientos: las escuelas y la prensa, la radio y el cine, se usarán exclusivamente para propagar aquellas opiniones que, verdaderas o falsas, refuercen la creencia en la rectitud de las decisiones tomadas por la autoridad; se prohibirá toda la información que pueda engendrar dudas o vacilaciones” (“Camino de servidumbre”). La cita viene a cuento de una propuesta del gobierno para sancionar aquellas conductas docentes que tiendan a instalar el adoctrinamiento en pos de una ideología partidista en el ámbito educativo. Y como era de esperar, el progresismo bobo del pero-kirchnerismo salió a repudiar esta idea, sosteniendo falazmente que ello nunca había ocurrido durante las gestiones de su gobierno. Ocurre que al igual que en otros aspectos de su accionar político, cabe preguntarse si son o se hacen; es decir: si realmente creen lo que afirman o tienen un nivel de amnesia que les impide volver al pasado.
1° Quien no tiene temor a que los chicos en edad escolar puedan ser adoctrinados políticamente, es el diputado oficialista Alberto Benegas Lynch, quien cual si fuera un adolescente se hace llamar “Bertie” y así lo hacen reconocidos y serios periodistas. Pues bien: este cavernario sostuvo que “Libertad es que si no querés mandar a tu hijo al colegio porque lo necesitas en el taller, puedas hacerlo”, dado que en los talleres -como todos saben- no hay adoctrinamiento. Desde el más allá, auténticos liberales como Alberdi o Sarmiento se deben haber escandalizado de los dichos de este analfabestia, a quien se le paga una dieta como legislador y que parece ignorar cuál será su futuro, pues como lo define Ambrose Bierce es un “miembro de la cámara baja en este mundo, sin esperanza visible de ascenso en el próximo” Este ignorante olvida que la ley 1.420 (1884) dispone: “Artículo 1º- La escuela primaria tiene por único objeto favorecer y dirigir simultáneamente el desarrollo moral, intelectual y físico de todo niño de seis a catorce años de edad. Artículo 2º- La instrucción primaria debe ser obligatoria, gratuita, gradual y dada conforme a los preceptos de la higiene. Artículo 3º- La obligación escolar comprende a todos los padres, tutores o encargados de los niños, dentro de la edad escolar establecida en el artículo1º”. También desconoce la ley 26.390 que prohíbe el trabajo de las personas menores de 16 años en todas sus formas, exista o no relación de empleo contractual, y sea que esté remunerado o no; reconociendo como excepción, a los menores entre 14 y 16 años que solo podrán ser en empresas familiares, con la autorización de la autoridad administrativa local, hasta 3 horas por día y hasta 15 horas semanales siempre que cumplan con la asistencia a la escuela y no desarrollen tareas peligrosas y/o insalubres.
2° Este mismo “diputado que supimos conseguir” tampoco debe saber que la base de nuestro método de enseñanza al igual que el vigente en la mayor parte del mundo civilizado fue auspiciado y desarrollado por Jean-Baptiste de La Salle quien en 1684 funda la Sociedad de los Hermanos de Escuelas Cristianas, cuya primera regla fue la gratuidad a fin que todos pudieran asistir a esos establecimientos. Igualmente promovió que a tales fines se dictaran clases de modo simultáneo a un grupo de alumnos reunidos en una misma sala, si bien separándolos por distintos niveles de enseñanza e introduciendo la toma de pruebas periódicas así como el hecho que los alumnos pasaran al frente del aula para explicar los temas en debate. Finalmente, explicaba que “Mientras que uno lee, todos los demás de la misma lección siguen en su libro, que deben tener siempre en la mano. El maestro cuidará con mucha atención que todos lean bajo lo que el lector leerá alto, y hará de tanto en tanto leer a algunos ciertas palabras al pasar, para sorprenderlos y controlar que sigan efectivamente”.
Frente la bestialidad pronunciada por “Bertie” –muy cercana al “alpargatas sí, libros, no”- vino a mi memoria una sentencia de Jesús Quintero, el famoso periodista español conocido como “El loco de la colina”, quien sostuvo con su fina ironía que “Nunca como ahora la gente había presumido de no haber leído un puto libro en su jodida vida, de no importarle nada que pueda oler levemente a cultura, o que exija una inteligencia mínimamente superior a la del primate. Los analfabetos de hoy son los peores porque en la mayoría de los casos han tenido acceso a la educación. Saben leer y escribir, pero no ejercen. Cada día son más y cada día el mercado los cuida más y piensa más en ellos”.
El ex presidente español Felipe González recordaba a un profesor quien sostenía que “el ser humano no tiene vocación de héroe. Si las instituciones le facilitan la vida con un comportamiento que evada la legalidad, pues como no son héroes, se adaptarán a esa ilegalidad. Ahora, si las instituciones cobran caro la ilegalidad, como no son héroes, el incumplimiento de las leyes será excepcional. Esa es la importancia de las instituciones”. En nuestro caso, años de populismo berreta han pulverizado las instituciones básicas del sistema republicano y la anomia ha sido una de las características básicas de tal decadencia, no por falta de normas -que las hay y sobreabundan en muchos casos- sino por la sistemática violación de las mismas, comenzando por la Constitución Nacional, a la que han convertido, en palabras de Lassalle, en “la hoja de papel”. Y precisamente, dentro de este marco el descarado adoctrinamiento político en el ámbito educativo ha contribuido a la desnaturalización de los fines perseguidos por la enseñanza, no obstante lo cual, la oposición sigue negando esa circunstancia por lo que esta nota solo pretende recordarle numerosos episodios de ese gobierno que demuestran acabadamente a qué grado de adoctrinamiento político en materia educativa pudimos llegar, con el simple recurso que nos viene de los romanos: “res non verba” (hechos, no palabras).
3° Primer hecho: Comencemos por el primer gobierno peronista, cuando Eva Perón dirigiéndose al propio presidente manifestaba: “Ya estamos nuestros ejércitos civiles de mujeres, adiestradas y adoctrinadas para enseñarle e inculcarle al niño que el alma de la Patria, antes que en las escuelas, lo forman las madres argentinas en la cuna, que les enseñamos a quererlo a Perón antes que a bendecir los nombres propios”. Es cierto que en la Biblia podemos leer: “Dejad que los niños vengan a mí” (Mc. 10, 14) pero ello no supone que una vez en presencia de los niños se pretenda captarlos –como se hizo- mediante la imposición de una ideología política determinada. Haciéndose eco de las palabras de Eva, el propio Perón fue bien explícito en torno a su política al expresar textualmente: “Nosotros tenemos en este momento casi 4 o 5 millones de estudiantes, de gente que estudia, que si no votan hoy votan mañana, no hay que olvidarse…Tenemos que irlos convenciendo desde que van a la escuela primaria. Y les agradezco mucho a las madres que ya les enseñan a decir Perón antes que a decir papá”. En la misma sintonía sostenía Perón: “Pero en la primera parte de esta acción individual es imprescindible el adoctrinamiento. La escuela primaria constituye entonces el primer escalón de captación y de adoctrinamiento de la futura ciudadanía al movimiento justicialista”. Más claro y explícito, imposible. ¿Y cómo se lograrían estos fines? Principalmente a través de los textos para los primeros grados de la escuela primaria en cuyas páginas es posible encontrar el endiosamiento a Perón y Evita. Vayan estos simples ejemplos para apreciar la forma de captar la mente de los niños, a los que tuve acceso directo por cursar el nivel primario en esa época: “Nuestra patria es un nidito, nuestra patria es un hogar, los chiquillos hermanitos, y es Evita la mamá” “Aunque me ven pequeñito, tres amores tengo ya, por ellos solo yo lucho y procuro mejorar. Todo les debo: la vida y cuanto habré de alcanzar; tres amores en mis días: Perón, mamita y papá” ¿Lo recuerdan o quieren que les haga un dibujito?
4° Segundo hecho: Un dirigente del gremio docente acaba de sostener que la medida propuesta por el gobierno pretende “que se instale un pensamiento único” Quizá se esté refiriendo a cuando durante la gestión del kirchnerismo se designó a Ricardo Forster como Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, un ente que encontraba sus antecedentes en el Viceministerio para la Suprema Felicidad del Pueblo de Venezuela o en el Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, cuya misión era implementar desde el Estado un “pensamiento único” -como si ello fuera posible- y que el mismo Forster admitió que perseguía la misión de defender la postura y las políticas del gobierno kirchnerista a la vez que luchar contra las políticas regresivas del neoliberalismo. Al respecto el mismo Hayek señala que “En cualquier sociedad, la libertad de pensamiento sólo tendrá, probablemente, significación directa para una pequeña minoría. Pero esto no supone que alguien esté calificado o deba tener poder para elegir a quiénes se les reserva esa libertad. Ello no justifica ciertamente a ningún grupo de personas para pretender el derecho de determinar lo que la gente debe pensar o creer”.
5° Tercer hecho: Teniendo en cuenta estos antecedentes no fue de extrañar lo ocurrido en Formosa cuando en un acto político y en presencia del gobernador Gildo Insfrán, -“uno de los mejores políticos y seres humanos”, según lo definiera el ex presidente Fernández- una niña de 7 años le dedicó este poema: “La situación está difícil, la gente ya no da más. Pero en mi Formosa estoy tranquila, aquí está mi capitán. Perdonen mi fastidio, sé que soy de corta de edad, pero hasta una niña como yo se da cuenta de la realidad. Realidad de mi (…) que se ha de acabar, cuando la gente elija a quien de verdad tiene que gobernar. Personas como usted, mi gran capitán. Personas que generen trabajo e igualdad”. Nadie creerá que esta niñita elaboró esa melosa ofrenda sino que el parlamento le fue dictado por alguna de sus docentes en un vergonzoso acto de adoctrinamiento partidario.
6° Cuarto hecho: Este caso no tiene desperdicio. Un docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Julián Denaro, que en su curriculum aparece como profesor tutor de Economía, elaboró un parcial en el cual preguntaba a sus alumnos: “¿Qué te hizo votar a Macri? ¿Qué entendías en ese momento? ¿Qué pensás ahora?” Se les pedía asimismo que describieran “la forma en que las medidas del gobierno actual atentaron contra tu poder de compra y nivel de vida. ¿De verdad querés darle tiempo a un presidente que sacó los impuestos a los ricos para trasladarlos a los no ricos? ¿Que nos hablaron de unir el país y no paran de agredir? ¿Que desmanteló organismos e instituciones del Estado que son estratégicos como Atucha, Arsat, Invap, etcétera, despidiendo gente valiosa y encima acusándola de ñoqui y faltándole el respeto al ñoqui?”. Pero lo más increíble era la actitud que debían asumir los alumnos al entrevistar a personas en torno a estos temas sugiriendo que “frente a la respuesta de algunos entrevistados del estilo ‘hay que darle tiempo, es demasiado pronto para juzgarlo’ tirarle la lengua para hacer el trabajo de investigación a fondo”; agregando que “Si el entrevistado te manda a la m…le decís que el profesor tuyo está loco y que no te aprueba si el trabajo no está completo y si sigue mandándote a la m…lo escribís. Toda descripción es parte del trabajo” Una cosa es la libertad de cátedra y otra muy distinta politizar un simple examen dándole un sesgo netamente partidista y que claramente afecta la capacidad de decisión del alumno quien se ve compelido a aceptar como verdad revelada la ideología de su profesor. Y ni que hablar de los recursos que propone a sus alumnos para mentirle a sus eventuales entrevistados, “tirándoles la lengua” acerca de la necesidad de concluir el trabajo encomendado.
En la próxima nota culminaremos la nómina de hechos probados de adoctrinamiento en la educación por parte de los gobiernos pero-kirchneristas y que estos niegan sin sonrojarse.