“Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”. Immanuel Kant
En mi anterior nota, analizaba cuatro casos -entre muchos otros- de adoctrinamiento en materia educativa por parte del pero-kirchnerismo a lo largo de sus varias gestiones gubernamentales y que no obstante las evidencias que de los mismos surgen, son desconocidas en forma sistemática por los integrantes de dicho espacio político, quienes a través de los medios y sin sonrojarse, acuden a falacias negacionistas que la realidad de la historia institucional nacional desmiente acabadamente. Por ello y a fin de reafirmar lo anticipado en dicha nota, en la presente abordaremos otros cuatro casos basándonos simplemente en la premisa del derecho romano: “res non verba” (hechos, no palabras) y de los cuales surgirán nítidamente la ocurrencia de los supuestos de adoctrinamiento en materia educativa por parte del referido movimiento político.
1° Primer hecho: No creo que alguien pueda olvidar la actuación de una “profesora” que entre insultos, gritos y ampulosos gestos denostaba en plena clase y delante de sus compañeros, a un alumno que había osado cuestionar la gestión kirchnerista. Dando muestras elocuentes de un estado psíquico que no la habilitaba para estar al frente de una clase, la “docente” expresó, por ejemplo y en referencia al expresidente Macri: “¿Qué te crees? ¿Qué porque tiene ojos celestes no va a robar?” Y a continuación y mientras blandía un paquete de snacks le gritaba: “¡Te robó el futuro! Vos podes venir acá y comer esta porquería porque te lo da el Estado. Andá a pagar con el sueldo de tu papá una escuela privada, andá. ¿Sabes cuánto sale la cuota? Diez lucas para arriba. ¿Tiene tu papá para pagar esa cuota?” Siempre refiriéndose a “ah, pero Macri” agregó: “Gracias a Dios, perdió. Perdió porque atacó al pueblo y se llevó la tarasca él y sus amigos. ¿La entendés o no? Perdió porque atacó al pueblo y se llevó la tarasca él y sus amigos” Cabe recordar que esta misma “docente” en las redes y frente a una pregunta de un usuario si prefería que el ex presidente fuera reelecto o fuera preso, contestó: “Ni una cosa ni la otra. Solo me gustaría verlo muerto”. No obstante, el ex presidente Alberto Fernández, sin que nadie lo obligara a expedirse al respecto, y a punto de graduarse en su “Master de autoflagelación” justificó a la “docente” diciendo “que haya tenido ese debate es formidable. Es un debate que abre las cabezas de los alumnos, es una forma de invitar a discutir, de invitar a pensar y de abrir la cabeza de la gente”. Salvo quienes no hayan visto aún el video la conclusión de Fernández suena al menos como irreverente y si todavía se pregunta por qué perdió las P.A.S.O, este caso no sería ajeno a su derrota.
2° Segundo hecho: Un acto de adoctrinamiento -como diría Gila “¡a lo bestia”- tuvo como protagonista al entonces intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, cuyo juramento, en tanto acto formal y solemne, fue bastardeado al ser tomado por un niño bajo esta fórmula: “Ingeniero Jorge Ferraresi, ¿jura por la Patria, por Avellaneda y su gente, por los que dieron la vida o perdieron su libertad por no claudicar en su lealtad al pueblo argentino, por la memoria viva de Perón, de Evita y de Néstor, y por la demostrada lealtad hacia Cristina, desempeñar con honestidad, valor y patriotismo como lo hizo siempre el cargo de intendente de la Ciudad de Avellaneda?” Pero aquí no acabó todo sino que se proyectó un video donde una niña remeda cabalmente las enseñanzas de los libros utilizados para adoctrinar a los alumnos al dirigirse a Ferraresi y decirle: “Lo amo, me gusta que cuide, que haga cosas buenas. Me gusta eso. También cuida la ciudad y ama a todos los niños como yo. Lo amo. Quiero estar con él, abrazarlo. Pienso en él”
En tanto en otro video un escolar recitó un burdo remedo del Preámbulo de nuestra Constitución adaptado a las circunstancias y que rezaba: “Nosotros, los representantes de todos los chicos de la ciudad de Avellaneda, reunidos de corazón en centros de estudiantes, clubes y plazas, por voluntad y elección de cada uno de nuestros amigos y amigas, con el objeto de construir una ciudad unida, justa, igualitaria, libre y solidaria que promueva la paz y el bienestar social para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres y mujeres del mundo que quieran habitar el suelo avellanedense. Invocando la diversidad de géneros, credos y expresiones, fuentes de toda razón y justicia, ordenamos, decretamos y establecemos esta declaración de una verdad irrefutable: la gestión del ingeniero Jorge Ferraresi como intendente de Avellaneda es la base de lo que imaginamos como un futuro de justicia social. Porque usted arregló mi escuela, iluminó la calle de la vuelta, que ahora ve y brilla, y floreció el potrero. Puso juegos para mis hermanos y hermanas. Hizo lugares para que yo encuentre el primer beso o el primer mate con amigos. Los clubes están renovados y las vías de la vieja estación ahora son un parque. Hasta tiene un circuito ideal para aprender a usar esa bici que usted nos entregó. Y las tablets de los chicos más grandes, que pronto nos tocarán a nosotros, esas que acercaron a todos en Avellaneda”.
Y como si este panegírico hubiera sido poco elocuente, el niño continuó con su ofrenda verbal al jefe comunal en estos términos: “Tantas cosas señor intendente que nos hacen pensar en que somos más afortunados que los chicos de otros lugares y que debemos luchar para ellos. Usted lo dijo: ‘Sin querer, agrandé la brecha, porque pienso en los demás’; nos hizo pensar en los demás y los chicos éramos antes de que usted llegara aquí intendente Ferraresi los últimos orejones del tarro. Y usted no nos subestima como otros: nos quiere a todos universitarios. Ya lo sé y lo vamos a hacer. Lo vamos a hacer por usted. Le prometo intendente Ferraresi que vamos a ser la mejor posibilidad de lo que queramos ser, y por sobre todas las cosas jamás nos vamos a olvidar de dónde venimos y quién fue que nos hizo sentir orgullosos de nuestro lugar. Nosotros somos Avellaneda y Avellaneda le escribe estas palabras para decirle gracias. Gracias Jorge Ferraresi. Muchas gracias por todo”.
3° Tercer hecho: Cabe igualmente recordar el caso Santiago Maldonado, cuando la CTERA elaborara y distribuyera en todas las escuelas cuadernillos bajo la consigna: “Santiago Maldonado detenido desaparecido-Orientaciones didácticas para el aula-¡Aparición con vida!” para los niveles inicial, primario y secundario. Así, en el nivel inicial para salas de 4 y 5 años se preguntaba a los niños: “¿Quién es Santiago Maldonado? ¿Qué hacía?” y mediante la lectura del libro “Un elefante ocupa mucho espacio” se invitaba a los alumnos “a pensar el derecho a huelga y el derecho de las personas a manifestarse, a defender sus derechos, a expresarse libremente. Es importante comparar con el derecho en democracia a expresarnos como lo hizo Santiago defendiendo un reclamo justo por las tierras de los Pueblos Originarios”. Por su parte, en el nivel primario la consigna era “la desaparición forzada de Santiago Maldonado” comenzando cada clase tomando lista nombrando a Santiago Maldonado y respondiendo: “Ausente” y leyendo el siguiente texto: “Hoy le tocó control a mi hijo por una fractura de brazo… Todo bien. Lo llevé al materno infantil.
Mientras esperaba en la sala llena salió un médico y llamó por apellido. Un paciente, dos… y al tercero dice: -¡Maldonado, Santiago Maldonado!- Nadie contesta. Me incluyo porque estaba en la mía y otra vez. -¡Maldonado, Santiago!- Silencio. -¿Saben por qué no vino Santiago Maldonado?- Ahí me di cuenta -¡Porque se lo llevó Gendarmería!- le dije. -¡Exacto!- contestó”. En tanto en el nivel secundario bajo la premisa de “Hoy a 34 años de recuperar la Democracia asistimos nuevamente con dolor y preocupación de Santiago Maldonado, joven artesano oriundo de la localidad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires” se preguntaba a los alumnos: “¿Por qué considerás que los organismos de Derechos Humanos sostienen que Santiago es víctima de desaparición forzada y, por lo tanto, es un detenido desaparecido?” y entre las tareas a realizar se destacaba: “Unite a la campaña ‘Aparición con vida de Santiago Maldonado’. Produciendo con tus compañeros Banderas argentinas con la consigna aparición con Vida de Santiago Maldonado, Nunca Más, castigo a los culpables” Omito por conocido el final de Santiago Maldonado que desvirtuó estas diatribas pero que no impidió que su hermano siguiera cobrando una suculenta indemnización por la “desaparición forzosa” del artesano.
4° Cuarto caso: Finalmente -y sin agotar los ejemplos- debe tenerse presente que en ocasión de conmemorarse el golpe militar del 24 de marzo, pudo constatarse como en un colegio primario los docentes organizaron un acto en el cual alumnos disfrazados de militares ejecutaban con armas de juguete a otro grupo de compañeros que representaban teóricamente a militantes de la subversión. Y posteriormente -y siguiendo con los uniformados- un hecho más grave aún tuvo como involuntarios protagonistas a pequeños de entre 3 y 5 años asistentes a un jardín de infantes de Ciudadela. Es que con motivo del conflicto suscitado al pretender instalarse una “escuela itinerante” en una plaza de la capital y que por carecer de autorización no fue permitida generando enfrentamientos con fuerzas policiales, las maestras de ese establecimiento hicieron que los pequeños debieran garabatear dibujos de policías pegándole a maestros, con consignas tales como: “El policía le pega al maestro que está en la carpa. Eso está mal”. Resulta patética la manipulación de estos pequeños por parte de quienes se supone que deben educarlos y que recurren para ello a instrumentos de una bajeza intelectual pocas veces vista.
5° Todo lo expuesto no es sino un análisis de expresiones vertidas por diversos exponentes del peronismo y que no representan una opinión sino hechos concretos y reales perfectamente comprobables, por lo cual si un lector encuentra alguna falsedad en lo reproducido le ruego me lo aclare por este mismo medio. El propio Hayek sostiene que “el camino más eficaz para que las gentes acepten unos valores a los que deben servir, consiste en persuadirlas de que son realmente los que ellas, o al menos los mejores individuos entre ellas, han sostenido siempre, pero que hasta entonces no reconocieron o entendieron rectamente. Se fuerza a las gentes a transferir su devoción de los viejos dioses a los nuevos so pretexto de que los nuevos dioses son en realidad los que su sano instinto les había revelado siempre, pero que hasta entonces sólo confusamente habían entrevisto”.
Las habituales y constates toma de colegios en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han revelado una vez más la notoria decadencia argentina que no se circunscribe solamente al aspecto educativo, sino que hunde sus raíces en una compleja trama que nos ha llevado, a través del tiempo, a la actual situación. Es inevitable no recordar una de esas tomas originada por el precio de los sándwiches en el kiosco de un colegio, cuando el entonces Ministro de Educación Sileoni apoyó la medida sosteniendo que “es un triunfo de la democracia, de la educación. Lo primero que me sale es celebrarlo”; agregando que se trata de “una cocina de participación democrática” así como “un reaseguro para el futuro”, y aclarando que ese accionar no es ilegítimo.
Pero de todos los actores de esta rebelión, los más patéticos resultan ser sin duda los padres que deberían bregar porque sus hijos tuvieran una educación de calidad que les abra un futuro, pero que parecen preferir el “alpargatas sí, libros no” de pasadas décadas, sin advertir que ninguna sociedad puede progresar sin educación y que están echando las bases de un futuro de mediocridad y fracaso para sus propios hijos, quienes no estarán en condiciones de afrontar las nuevas exigencias de un mundo laboral cada vez más tecnológico. En una de las asambleas convocadas al efecto en una toma anterior, se escucharon por parte de algunos padres frases tales como “Ustedes son el abono de los reclamos populares” o “Estamos orgullosos de ustedes” y hasta uno llegó a decir: “Si a mi hijo lo sancionan voy a poner el parte de amonestaciones en un cuadro”.
En definitiva: a través de los ocho casos analizados en las dos notas en torno al adoctrinamiento partidista en el ámbito educativo por parte del pero-kirchnerismo solo se ha pretendido -con base en hechos y dichos que cualquier habitante puede corroborar en cuanto a su veracidad en los medios digitales- echar luz sobre un periodo de nuestra historia institucional en el cual sus partícipes niegan toda injerencia. Por ello sería interesante que quienes entiendan que el precedente análisis es todo fruto de mi imaginación y por ende no se ajusta a la realidad de lo ocurrido, por este mismo medio me lo hagan saber, siempre bajo el citado lema: “res non verba”.