dom. 7 de diciembre de 2025
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“La autofuyimorización del Congreso” por Carlos Baeza

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“Hay tanta diferencia entre los sabios y los ignorantes, como entre los vivos y los muertos” (Aristóteles)

La imagen negativa que en las encuestas viene teniendo el desempeño del Congreso es evidente desde hace tiempo, ya que según la Universidad de San Andrés asciende al 72% de los entrevistados, pero se ha incrementado en el último periodo legislativo y ello obedece a una serie de circunstancias.

1°En primer término, toda vez que como ya lo hemos señalado, ni la Cámara de Senadores representa a las provincias y a la Capital, ni tampoco la de Diputados representa al pueblo, sino que unos y otros solo son los representantes de los partidos políticos. Ello por cuanto estos últimos ejercen el monopolio de la representación lo cual significa que ningún habitante puede postularse a cargo político alguno si no es nominado por algún partido, haciendo realidad la definición de Ambrose Bierce para quien elector es: “el que goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros”. (arts. 2 de la ley 23.298 y 38 y 54 de la C.N).

2° A ese candidato elegido por otros, el sistema constitucional solo le exige para el 3desempeño del cargo de legislador una edad mínima (25 para diputados y 30 para senadores) y ser argentino (arts.48 y 55 C.N), lo cual parecía lógico en 1853 ya que no era dable exigir condiciones de idoneidad so pena de no encontrar candidatos posibles. Pero hoy no acontece lo mismo y la orfandad, no digamos de conocimientos sino simplemente de sentido común, entre la gran mayoría de los legisladores amerita algún tipo de expertise al menos para cubrir el requisito de la idoneidad que el art. 16 de la CN exige para el ejercicio de los cargos públicos.

3° Si a ello sumamos el sistema electoral en algunas provincias con la denominada “boleta sábana”, o los sistemas electorales poco transparentes como el de cuociente de nuestra provincia o la ley de lemas vigente en otros distritos, tenemos un combo perfecto para que arriben al Congreso “los caballos de Calígula” tal como lo sostiene Sartori al recordar que el Emperador Calígula para demostrar su poder, llegó a nombrar senador a su caballo “Incitatus”; y de allí que en política se utiliza la expresión “los caballos de Calígula” para significar que cualquiera -incluso un caballo- puede lograr que se lo elija, si el sistema electoral es de listas, siendo más dificultoso que “los caballos de Calígula” sean elegidos cuando se vota por una sola persona.

4° Teniendo en cuenta que el periodo de sesiones ordinarias, esto es, aquel en el cual las cámaras deben abocarse a la elaboración de los proyectos de ley que hacen al funcionamiento del Estado y sus instituciones así como en sus relaciones con los particulares, se extiende entre el 1° de marzo y el 30 de noviembre de cada año, resulta matemáticamente posible que las mismas sesionen al menos 36 veces en ese lapso. Sin embargo, al consultar las actas de cada cámara se advierte que el promedio de los últimos años oscila entre 8 y12 sesiones.

5° Una cabal muestra de lo que venimos sosteniendo es dable apreciar en los últimos tiempos de actividad legislativa donde abundan las escenas de violencia verbal y física entre los integrantes de las cámaras, especialmente en la de Diputados, por ejemplo, las legisladoras Pagano y Lemoine, arrojándose agua, insultándose mutuamente y tomándose fotos en plena sesión. Pero el último episodio ocurrido en esa cámara realmente ha excedido todos los límites imaginables, tornándose en una representación circense de baja estofa. Nos referimos a la convocatoria formulada por la diputada del PRO por Chaco Marilú Quiroz, para un evento antivacuna denominado “Qué contienen las vacunas del COVID-1” y llevado a cabo en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, cedido a tales fines por el presidente del cuerpo, Martín Menem. Cabe señalar que en su CV Quiroz no acredita ninguna expertise en estos temas ya que su actividad declarada lo es como empresaria de turismo. Durante su desarrollo expusieron conocidos profesionales antivacunas como lo son el Dr. Oscar Botta; la geriatra Viviana Lens; la pediatra Lucía Langer y la clínica Chinda Brandolino. Todos ellos invocaron supuestas calidades perjudiciales a la salud y provocadas por las vacunas del COVID-19, tales como efectos de magnetismo, exceso de aluminio en sangre o la relación entre autismo e inmunizaciones, debiendo señalarse que todas estas exposiciones no fueron avaladas por ningún tipo de evidencia científica que las avalara.

6° Sin embargo, lo más escandaloso todavía no había llegado y ocurrió cuando una persona que se encontraba entre el público se paró frente a los panelistas y dijo llamarse José Daniel Fabián tras lo cual se quitó la camisa y comenzó a colocarse diversos objetos metálicos sobre su torso desnudo que aparentemente se adherían al cuerpo, afirmando que ese magnetismo se originó cuando se vacunó por el COVID-19, siendo asistido por la licenciada en biotecnología del CONICET, Lorena Diblasi -quien cada tanto le alcanzaba los objetos que se resistían a ser adheridos al torso- afirmando que ese efecto era una secuela que había surgido luego de la vacunación, agregando que “Esto no es grasa en la piel, señoras y señores. A él no le sucedía esto. Y de esto no se habla. Me gustaría saber qué tienen para decir los médicos”. Quien debe haber disfrutado el show fue sin duda una referente del movimiento antivacumas, como lo es la cosplayer Lilia Lemoine, que ahora se disfraza de diputada libertaria y que el 22 de mayo de 2020 y en plena pandemia se preguntaba en su canal de You Tube; “¿Es tan difícil agarrar a un enfermo de coronavirus, hacerlo toser arriba de una mesa y que después vaya otra persona -por supuesto sin factor de riesgo- a chupar la mesa y ver si se contagia o no se contagia”

7° El problema para Fabián y Diblasi no fueron las opiniones científicas pronunciadas a posteriori de ese evento y que demostraron la falacia de los pretendidos argumentos, sino que este show no era nuevo sino que ya hacía más de 10 años -obviamente cuando no existía el COVID-19 ni las vacunas- Fabián había aparecido en programas televisivos haciendo el mismo espectáculo circense. En efecto: en todos los medios se viralizaron los videos grabados en el programa DDM conducido por Mariana Fabbiani por el Canal 13 donde Fabián alegaba ser poseedor de un supuesto record Guinness que le permitía mantener pegados a su cuerpo objetos metálicos; espectáculo que igualmente presentara en otro programa de ese mismo canal en un ciclo conducido por Guido Kaczka. De tal forma y frente al bochornoso espectáculo, no hubo ningún comentario por parte de las autoridades de la Cámara de Diputados que cedieran ese ámbito para llevarlo a cabo y en torno a la presencia del fallido “Hombre imán” o “Puerta de heladera”. E igual silencio sepulcral guardaron los 257 diputados y 72 senadores de todos los espacios políticos a quienes parece no preocuparles que el Congreso se utilice para estos espectáculos circenses que se suman a los que ellos mismos protagonizan habitualmente sin tampoco sonrojarse. Y tampoco lo hubo del CONICET, organismo científico de jerarquía internacional que cabe suponer despedirá a Diblasi quien no merece seguir perteneciendo al mismo, no por su postura antivacuna, sino por prestarse a ese experimento circense y carente de todo fundamento científico, justamente en estos momentos en que existe profunda preocupación por el descenso de la coberturas de las vacunas y el consecuente rebrote de enfermedades prevenibles como el sarampión y la tos convulsa.

Quienes sí se expresaron fueron científicos de reconocida trayectoria como es el caso de Daniela Hozbor, investigadora Principal del Conicet, profesora titular de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), e integrante de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn). En una entrevista con Clarín, recordó al científico Andrew Wakefield quien en 1998 presentó una investigación publicada en la revista The Lancet, donde pretendía establecer una relación entre el autismo y las vacunas. Sin embargo “el tema se investigó, trabajó y estudió, y el resultado fue que el trabajo terminó retractado. A él además le sacaron la matrícula para ser médico. Y se supo que había recibido dinero de los abogados de los padres que les estaban haciendo juicios a los laboratorios y que él tenía en desarrollo una vacuna alternativa, y buscaba ponerla en primer plano. Atravesó todas las barreras éticas, pero el daño que hizo fue enorme y sigue vigente”. Igualmente el show mereció el repudio de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología y también de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica.

8° Y como si todo esto no fuera suficiente, la reciente jura de los nuevos diputados agregó una nueva afrenta a la República y sus instituciones, por la inclusión de cuestiones totalmente ajenas a la ceremonia en sí. El primer papelón ocurrió cuando al tomar juramento a las diputadas Rosario Goitía, María Graciela de la Rosa y Mónica Becerra, se escuchó por un micrófono abierto la voz de quien ejercía la presidencia de la sesión, Gerardo Cipolini, formulando manifestaciones de neto corte sexual respecto a cada una de las nombradas. La Constitución Nacional en su art. 67 claramente dispone que “Los senadores y diputados prestarán, en el acto de su incorporación, juramento de desempeñar debidamente el cargo, y de obrar en todo en conformidad a lo que prescribe esta Constitución”. Por su parte el Reglamento de la Cámara de Diputados de la Nación, en su art. 10 enumera cuatro fórmulas de juramento que podrán utilizarse a saber:

a) “¿Juráis desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?”.

b) “¿Juráis por Dios, por la Patria y estos Santos Evangelios desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?”.

c) ”¿Juráis por Dios y la Patria desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?”.

d) “¿Juráis por la Patria desempeñar fielmente el cargo de diputado y obrar en todo de conformidad con lo que prescribe la Constitución Nacional?”

Como se advierte las fórmulas se limitan a respetar los credos religiosos de quienes asumirán el cargo pero en todos los casos frente a tales preguntas, la respuesta es una lacónica frase de dos palabras: “Si, juro”. No obstante ello, la mayoría de los diputados que supimos conseguir, antes de pronunciar el “Si, juro”, incluyeron opiniones políticas, religiosas u otras de diversa índole y ajenas a la ceremonia, como quienes invocaron a Palestina libre; a Cristina injustificadamente presa; la situación en Gaza; por la derrota de la reforma laboral; por Hebe de Bonafini; por el pueblo de Santa Cruz; por las infancias; por la libertad de los argentinos; por los 30.000 desaparecidos, por la memoria de Néstor Kirchner; para sacar a Trump de América Latina, entre otras delicias verbales totalmente ajenas al acto de juramento. Hubo también cánticos, insultos y chicanas de variada estofa a las que, como siempre, no estuvo ajena Lemoine disfrazada ahora de varón y gritándole a todos quienes utilizaban el juramento para introducir temas que no eran de su agrado.

Si esto fue solo una muestra de lo que serán las sesiones del Congreso en el próximo periodo legislativo, tenía razón Ambrose Bierce cuando definía al diputado como “miembro de la cámara baja en este mundo, sin esperanza visible de ascenso en el próximo”; al Senado como “cuerpo de ancianos que cumple altas funciones y fechorías”; y al político como “anguila en el fango primigenio sobre el que se erige la superestructura de la sociedad organizada. Comparado con el estadista, padece la desventaja de estar vivo”.