vie. 22 de agosto de 2025
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Lectura de Domingo: “Algunos interrogantes en torno a la ‘grieta'” por Carlos Baeza

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El constitucionalista bahiense aborda el género del denominado periodismo ficcional y nos presenta un ejercicio de imaginario y retórico reportaje al presidente Fernández dejándonos, académicamente, una convicción y una duda. Imperdible lectura para refrescar, informarse, descubrir y -sobre todo- corregir “relatos”.

 

El presidente Alberto Fernández sostuvo en un reportaje que el régimen venezolano no era una dictadura dado que se trata de un gobierno electo popularmente y cuyas instituciones están funcionando normalmente, aunque admitiendo que sí podría ser definido como un gobierno autoritario, pero sin brindar argumento alguno en torno a esa definición. De allí, que resultaría esclarecedora una hipotética entrevista al presidente en torno al origen del movimiento al que pertenece, exponiéndole ciertos hechos -información, no opinión- y a continuación formularle algunos interrogantes.

1° Un militar golpista

Hechos:

a) Al igual que aconteciera en la mayoría de los países latinoamericanos, Argentina no fue ajena a los innumerables episodios de golpes de Estado que suspendieron la vigencia de la Constitución Nacional entre ellos, el de 1930, siendo que no es posible obviar que el mismo contó entre las filas de quienes derrocaran al presidente Yrigoyen, al entonces capitán Juan D. Perón, integrante del Comando de Operaciones encabezado por Uriburu, y oficial de enlace entre la columna revolucionaria y la Escuela Superior de Guerra, quien afirmara que “solo un milagro pudo salvar a la revolución”, agregando que ese milagro “lo realizó el pueblo de Buenos Aires, que en forma de una avalancha humana se desbordó en las calles al grito de ‘¡viva la revolución!’”

b) En cuanto al golpe de 1943 el mismo estuvo organizado por el GOU (Grupo de Oficiales Unidos) integrado por ocho oficiales, uno de ellos, el entonces
Coronel Juan Domingo Perón, quien fuera designado Jefe de la Secretaría del Ministerio de Guerra y reivindicando para el GOU el protagonismo del movimiento, escribió: “A pesar de los hechos, que se precipitaron y encontraron al GOU en plena labor de enrolamiento, la mayor parte de los jefes y oficiales ya pertenecían a él, lo que le permitió la realización del movimiento revolucionario, como única solución patriótica ante la grave situación creada al país”. Luego, Perón obtendría otros importantes cargos dentro de ese gobierno, como fueron la titularidad de la Secretaría de Trabajo y Previsión, y luego como Ministro de Guerra y Vicepresidente. El mismo Perón, ya como presidente de la Nación, en el discurso inaugural de las sesiones de la Convención Constituyente de 1949, diría: “Las fuerzas armadas de la Nación, intérpretes del clamor del pueblo, sin regir la responsabilidad que asumían ante el pueblo mismo y ante la historia, el 4 de junio de 1943 derribaron cuanto significaba una renuncia a la verdadera libertad, a la auténtica fraternidad entre los argentinos”

c) Finalmente y con relación al golpe de 1966, Perón desde el exilio, apoyó abiertamente el derrocamiento del gobierno de iure al decir: “Para mí, éste es un movimiento simpático porque se acortó una situación que ya no podía continuar. Cada argentino sentía eso. Onganía puso término a una etapa de verdadera corrupción”; agregando: “Simpatizo con el movimiento militar porque el nuevo gobierno puso coto a una situación catastrófica. Como argentino hubiera apoyado a todo hombre que pusiera fin a la corrupción del Gobierno Illia”
Pregunta: ¿Cree usted, Dr. Alberto Fernández, que Perón no fue un militar golpista?

2° La grieta.

Hechos:

a) Las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón se caracterizaron -entre otros puntos- por una exacerbada confrontación con la oposición, a punto tal de utilizarse un lenguaje inimaginable en un presidente de una república democrática. A modo de ejemplo, se transcriben algunas de tales expresiones:

“Lo primero que el hombre ha de discernir cuando conduce es cuáles son sus amigos y cuáles sus enemigos. Al amigo, todo; al enemigo, ni justicia”

“Hasta ahora he empleado la persuasión; en adelante emplearé la represión aunque tenga que colgarlos a todos”.

“Yo me acuerdo con el sindicato de madereros hicimos preparar 300 garrotes, así grandes, así gruesos, con un clavo en la punta y dije: ‘bueno, muchachos, hoy ganamos la calle’. Esa tarde dimos la orden, salimos con 500 hombres, recorrimos Florida, rompimos todas las cabezas que encontramos y todas las vidrieras y todo, y al día siguiente éramos dueños de la calle”.

“No se necesita ninguna libertad política. En eso somos tiranos, dictadores”.

“El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan”.

“Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quien cuelga a quien”.

“Con un fusil o un cuchillo a matar al que se encuentre”.

“Levantaremos horcas en todo el país, para colgar a los opositores”.

“Distribuiremos alambre de enfadar, para colgar a nuestros enemigos”.

“Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden en contra de las autoridades puede ser muerto por cualquier argentino. Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos”.

“Nuestra nación necesita paz y tranquilidad… y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no, a los palos”.

“Ah! si yo hubiese previsto lo que iba a pasar, entonces, si: hubiera fusilado a medio millón, o a un millón, si era necesario”.

Pregunta: ¿No cree usted, Dr. Fernández, que Perón fue un dictador?

3° Totalitarismo:

Hechos:

A diferencia de los sistemas autoritarios, el régimen totalitario “aspira a modelar la vida privada, el alma, el espíritu y las costumbres de los destinatarios del poder de acuerdo con una ideología dominante, ideología que se impondrá a aquellos que no se quieran someter libremente a ella, con los diferentes medios del proceso del poder. La ideología estatal vigente penetra hasta el último rincón de la sociedad estatal; su pretensión de dominar es ‘total’. Es evidente que un estado totalitario solo puede operar por medio de la orden y de la obediencia” (Loewenstein). Veamos algunas ideas esbozadas por Perón al respecto.

“Hay que identificar a los empleados y seleccionarlos solo si están identificados con la doctrina nacional justicialista”.

“Los directores de las grandes reparticiones serán responsables de la identificación ideológica de los agentes de su dependencia a fin de eliminar de ella a los funcionarios que no estén plenamente identificados con el gobierno, con la doctrina y con el movimiento justicialista”.

“Nosotros tenemos casi 4 o 5 millones de estudiantes, que si no votan hoy votarán mañana. Tenemos que irlos convenciendo desde que van a la escuela primaria. Y yo les agradezco a las madres que ya les enseñan a decir ‘Perón’ antes que decir ‘papá’”

“Pero en la primera parte de esta acción individual es imprescindible el adoctrinamiento. La escuela primaria constituye entonces el primer escalón de cooptación y del adoctrinamiento de la futura ciudadanía al movimiento justicialista

“Esta exigencia impone al personal de preceptores, maestros y profesores, una profunda identificación con los postulados de la doctrina justicialista”
Pregunta: ¿No piensa usted, Dr. Fernández, que el gobierno de Perón (1945-1955) fue un régimen totalitario?

4°Poder Judicial.

Hechos:

El peronismo fue en la historia institucional argentina el único partido que -fuera de los gobiernos usurpadores- propiciara y lograra desmantelar la Corte Suprema de Justicia por considerar sus fallos adversos a sus gestiones.

El primer caso se remonta a 1947 cuando a instancias de Perón se removió al Alto Tribunal imputándose a sus integrantes haber avalado mediante sendas acordadas a los regímenes usurpadores surgidos de los golpes de 1930 y 1943, sin advertir que los legisladores peronistas, quienes habían logrado sus bancas gracias al triunfo de uno de los líderes del golpe de 1943,y cuya ejecución reivindicaban ardorosamente, enjuiciaban a los miembros de la Corte precisamente por legitimar ese golpe; es decir: por opinar igual. Además se los enjuició por haber declarado constitucionales los decretos-leyes emanados de los gobiernos de facto de 1930 y 1943, decisión que igualmente adoptara la nueva Corte en 1947. Finalmente una nota curiosa que revela la desprolijidad del juicio político en cuestión: por haber avalado esos gobiernos usurpadores, fueron motivo de uno de los cargos, los ministros de la Corte Dres. Nazar Anchorena y Ramos Mejía, siendo que ninguno de ellos integraba el Tribunal en 1930, dado que recién ingresarían en 1934 y 1938, respectivamente.

El segundo caso tuvo lugar en 2004 durante el gobierno de Néstor Kirchner cuando a través de fuertes presiones se logró la renuncia de algunos de los integrantes del Alto Tribunal en tanto que en el caso del Dr. Moliné O’Connor ello no fue posible y por ende se fraguó un escandaloso juicio político que si bien inicialmente contemplaba diversas causales, finalmente se redujo al “mal desempeño” del magistrado evidenciado en la causa “Meller” por haber sostenido una de las dos corrientes interpretativas elaboradas por la propia Corte y sin que nunca la adopción de una u otra pudiera ser evaluada como “mal desempeño” ya que el Alto Tribunal tiene dicho desde antiguo que no es viable el enjuiciamiento y eventual destitución de los magistrados por el contenido de sus pronunciamientos, pues de lo contrario, el Congreso de la Nación se erigiría en tribunal de última instancia y árbitro final de las controversias judiciales.

Pregunta: ¿Cree usted Dr. Fernández, que las decisiones adoptadas en el primer gobierno de Perón, así como en el de Néstor Kirchner -que usted integrara- no fueron violatorias del Estado de Derecho y de la división de poderes?

Yo tengo las respuestas a todos estos interrogantes. Desconozco si el presidente Alberto Fernández las comparte o no.

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