vie. 22 de agosto de 2025
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Lectura de Domingo: “¿En pandemia no hay Derechos?” por Carlos Baeza

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Los reiterados abusos cometidos por el gobierno formoseño en perjuicio de los derechos y garantías de sus habitantes, han ido escalando en gravedad a punto tal que ya se han formulado denuncias ante organismos internacionales de DD.HH.

En los 26 años que Gildo Insfrán gobierna esa provincia los resultados de su gestión no pueden ser peores: casi la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza; el clientelismo ha llevado a que el empleo estatal alcance el 70% y son moneda corriente los abusos y persecuciones contra las comunidades Quom y Wichi. Es que Insfrán -niño mimado del kirchnerismo- opera como un patrón de estancia en un feudo donde la corrupción está a la vista.

1°Cabe recordar, por ejemplo, que desde hace años existe una consentida corruptela electoral que consiste en empadronar como argentinos a ciudadanos paraguayos que, a cambio de una suma de dinero, viajan a Formosa en cada elección para dar su voto al oficialismo. Los medios locales tanto como los de Paraguay, han comprobado que en épocas electorales, desde la localidad de Alberdi es constante el fluir de lanchas transportando habitantes paraguayos que van a votar a Formosa, hecho lo cual retornan a su país de origen.

2°Igualmente no debe olvidarse la causa penal que involucra a Insfrán con The Old Fund, propiedad de Amado Boudou y sus socios Nuñez Carmona y Vandenbroele, quienes percibieron del gobierno formoseño la suma de 7,7 millones de pesos por un supuesto asesoramiento para reestructurar una deuda provincial, la cual ya había sido renegociada dos meses antes que Boudou asumiera como Ministro de Economía.

3°Ahora, en plena pandemia, 9.000 formoseños no pudieron volver a sus hogares y debieron vivir en condiciones infrahumanas durante meses a la orilla de las rutas de acceso a la provincia, debiendo recordarse el caso de un joven que murió ahogado al tratar de cruzar un río para poder ver a su familia. Y así y debido a la intervención de la Corte Suprema de Justicia que hizo lugar a un amparo, se ha ido facilitando el regreso gradual de los habitantes pero sin permitirles el aislamiento en sus domicilios, sino que se ha organizado un régimen cuasi policial en lugares públicos donde las condiciones de habitabilidad son caóticas: allí se alojan quienes han dado positivo en controles de Covid con otros que tienen resultados negativos, todos en condiciones precarias tal como ha podido apreciarse en los medios a través de filmaciones que muestran a quienes allí sobreviven tras gruesas rejas, amontonándose en grupos de ancianos, adultos y niños a quienes se les toma la temperatura a través de las rejas. Lógicamente que esta situación ha sido señalada por diversos organismos y sectores de la oposición, pero ninguna solución se ha logrado. Por el contrario, desde el presidente Alberto Fernández, quien calificara a Insfrán como “uno de los mejores políticos y mejores seres humanos”, hasta el P.J quien publicara una solicitada en apoyo del gobernador, todo el oficialismo ha negado la existencia de tales atropellos sosteniendo que se trata de una campaña de desprestigio de la oposición.

4°En este marco, los dichos de dos personajes de la política oficial son esclarecedores en torno a la situación formoseña. El primero de ellos el ultra kirchnerista senador José Mayans quien en una sesión del cuerpo osó dirigirse a su titular llamándola “presidente” lo que mereció la réplica de CFK quien le exigió que la llamara “presidenta”; y ante la aclaración de Mayans en el sentido que “presidente no tiene sexo”, lo reprendió diciéndole: “No, no, eso lo dicen los machistas”. Pues bien: el machista de Mayans -que ya había negado que ciudadanos paraguayos votaran en Formosa- refiriéndose a las medidas de aislamiento adoptadas por Insfrán, sostuvo que “En pandemia no hay derechos”; y ahora, sin sonrojarse y frente a las críticas de la oposición ha comparado a Angela Merkel con Gildo Insfrán al sostener que la mandataria germana “¡Cinco mandatos tiene! Ella es campeona de la democracia europea. El gobernador de Formosa tiene cinco mandatos. Ahí dicen que no. Que lo otro es fruto del pueblo ¿y ésto qué es?” En primer término la comparación es temporalmente incorrecta ya que Merkel ingresó en 2015 y lleva 4 mandatos consecutivos el último de los cuales vence este año y ya ha expresado su voluntad de dejar el cargo, no obstante que constitucionalmente no tiene limitaciones. En cambio Insfrán, desde 1987 cumplió 2 periodos como vicegobernador y a continuación comenzó su ininterrumpido periplo como gobernador que, reformas constitucionales mediante, le han permitido alcanzar su séptimo mandato a partir de diciembre de 2019, siendo que lo que se critica de Insfrán es, más que su perpetuación en el poder, el fraude y la corrupción que caracterizan a su gestión. Pero cualquiera sea la visión, pretender comparar a Insfrán con Merkel resulta patético y revela una vez más, la ignorancia supina de este personaje que funge como senador bien pago por los contribuyentes y que no sé por qué me recuerda una popular copla española que dice: “Que bruto ha de ser el alcalde de mi pueblo, que nos gobierna a nosotros que somos más brutos que él”.

Decir que en pandemia no hay derechos es similar a afirmar que en pandemia no hay Constitución, pues como afirmaba Alberdi “no es suficiente que la Constitución consagre los derechos y libertades, sino que es imprescindible que igualmente declare que no se sancionarán leyes, que bajo el pretexto de organizar y reglamentar el ejercicio de tales libertades, en realidad las anulen mediante normas reglamentarias”. La Ley Fundamental rige y protege a todos los habitantes en forma permanente y cuando los Padres Fundadores han previsto alguna excepción expresamente lo han consagrado en el texto constitucional, tal como acontece durante el estado de sitio (art. 23) que permite la suspensión temporal de algunas garantías y faculta al presidente a detener personas, pero siempre en forma excepcional y temporal. De allí que la Corte Suprema de Justicia ha dicho que “so pretexto de reglamentar, la ley no puede alterar los principios, garantías y derechos reconocidos por la Constitución ‘porque no sólo puede haber en los pueblos presidentes o reyes que se hagan tiranos, sino también legislaturas o parlamentos que conviertan su potestad de dictar leyes en verdadero despotismo o den leyes injustas para usurpar otros poderes u oprimir la libertad y los derechos de los individuos del pueblo’” (Fallos 199:157)

5° El otro personaje de esta historia es el Secretario de DD.HH de la Nación Horacio Pietragalla enviado a verificar las condiciones de quienes se encuentran en los centros de aislamiento formoseños. Este muchacho es recordado cuando en la bochornosa sesión en que se discutía la reforma a la ley previsional integró el grupo de diputados violentos que se acercaron al estrado de la presidencia y agredieron a su titular Emilio Monzó, entre quienes se encontraban Castagneto quien arrancó el micrófono el cual fue a posteriori arrojado al piso por Pietragalla, que además en el revoleo hurtó la lapicera del presidente de la cámara (digo “hurtó” y no “robó”, ya que no ejerció violencia ni en las personas ni en las cosas, sino que simplemente la tomó del estrado, frente a las cámaras de vigilancia). Este mismo sujeto es quien solicitó la prisión domiciliaria de los “presos políticos” Ricardo Jaime y Martín Báez, siendo igualmente el funcionario que registró un crecimiento patrimonial superior al 2300% entre 2018 y 2019, según se desprende de las declaraciones juradas que el funcionario presentó ante la Oficina Anticorrupción (OA) en dichos períodos. Claro está que cuando Pietragalla llegó a Formosa, el gobierno ya había preparado el terreno para que todo pareciera normal, pero como siempre los malditos medios mostraron que las instalaciones de los centros de aislamiento estaban enrejadas. Al término de su exitosa gira Pietragalla dio una esclarecedora conferencia de prensa donde sostuvo:

a)”no hay centros clandestinos de detención en Formosa, es casi un chiste”, mención descabellada ya que nadie invocó la existencia de tales centros clandestinos sino que se trata de lugares a la vista de toda la población.

b) “no hay delitos de lesa humanidad en Formosa”, hecho que tampoco nadie alegara que existieran y que, tratándose de un hijo de desaparecidos debería saber la diferencia entre un delito de lesa humanidad y aquellos que se imputan al gobierno formoseño, no sin dejar de señalar que las violaciones reiteradas a las comunidades aborígenes de esa provincia bien podrían quedar comprendidas precisamente en los delitos de lesa humanidad que son aquellos -según la definición de la ONU- especialmente atroces y de carácter inhumano, que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, cometidos para aplicar las políticas de un Estado o una organización.

c) en un acto fallido agregó que “No existen violaciones a las violaciones de los derechos humanos en el marco del Covid”; esto es, que las violaciones a los derechos humanos no son violadas sino que están perfectamente en vigencia y se cumplen a rajatablas.

d) “no se violan sistemáticamente los Derechos Humanos en Formosa”. Es claro, entonces, que al aludir al término “sistemáticamente” quiso significar que no estamos en presencia de “una manera o modo sistemático, seguro, metódico, táctico, consecuente, invariable, ordenado, sistematizado, inmutable o regular”, sino que solo se trató de casos puntuales, o como dijo el mismo funcionario sin mayores precisiones: “sé que hubo situaciones complejas”, agregando que “Hay mucha fac news (sic)”. Parece ser que esas “situaciones complejas” llevaron a Amnistía Internacional a dirigirle un duro mensaje en el que señalan que “Por su naturaleza involuntaria y los mecanismos a través de los cuales se ha implementado, la cuarentena compulsiva e indiscriminada ha constituido una privación de la libertad de facto en condiciones insalubres por tiempo indeterminado y de manera arbitraria”; agregando que se están violando los DD.HH ya que hay “detenciones arbitrarias, condiciones inhumanas de aislamiento, maltratos a niños detenidos en las mismas condiciones que los adultos, mujeres y varones en los mismos lugares violando la intimidad”; como igualmente que “la gente entra a los lugares y no sabe cuándo va a salir; entran con hisopados negativos, por ser contactos estrechos, y en el día 14 cuando se supone que van a ser liberados, pueden dar positivo en el día 13 y van a foja cero, vuelven a empezar los días”. Por todo ello le solicitaron a Pietragalla que no convalide una política que expone a las personas a situaciones de encierro compulsivo y arbitrario y, en consecuencia, a violaciones a sus derechos”. En igual sentido Human Rights Wacht ha dicho que “Hemos recibido denuncias serias que estamos verificando, las cuales describen un panorama evidentemente abusivo que consiste en hacinamiento, detenciones arbitrarias, condiciones insalubres, todo con una política de control policial”.

Claro que tales expresiones enervaron una vez más al siempre irascible jefe de gabinete quien alegó que “No necesitamos que nos digan a los argentinos, mucho menos a nuestro espacio político que tiene siempre una especial sensibilidad en el respeto de los derechos humanos”. Puro relato: a las pocas horas se reunió mansamente con los representantes de Amnistía Internacional. Si ello fuera así, y frente a las innumerables pruebas que demuestran el brutal avasallamiento del pueblo formoseño, cabía suponer que Pietragalla realizaría un informe objetivo denunciando tales anomalías pero, por el contrario las negó de plano, con lo cual las manifestaciones de Cafiero no son sino una prueba más de las idas y venidas del kirchnerismo en materia de DD.HH. Ocurre que como Cafiero nació en 1979 quizá no conozca bien la historia del partido al que pertenece aunque cuando fungía de librero antes de ser funcionario, pudo enterarse, por ejemplo, que el decreto 2772 (6/10/75) que autorizó las operaciones militares y de seguridad que “sean necesarias a efectos de aniquilar el accionar de los elementos subversivos en todo el territorio del país” fue firmado, entre otros por su abuelo Antonio.

Que también en ese gobierno peronista se organizó desde uno de sus ministerios la temible Triple A que sembró de atentados y muertes el país. Ta vez se haya enterado que el peronismo en 1983 fue el único partido que se negó a integrar la CONADEP así como igualmente se opuso al juicio a las Juntas Militares; y ni qué decir de los indultos en masa del entonces presidente Menem.

Es la típica amnesia política que aqueja a los integrantes del actual gobierno cuando se les quiere recordar las frases pronunciadas por su líder Juan D. Perón respecto a sus opositores políticos y a las que aludiera en mi anterior artículo en este mismo medio.

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