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Lectura de Domingo: “¡Y siguen los azotes en la casa de Caifás!

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“Os agradezco no ser una de las ruedas poder, sino una de las criaturas aplastadas por ellas” Rabindranath Tagore

 

“No hay ninguna posibilidad de que exista coronavirus en la Argentina”. Con esta frase inauguraba su ciclo ministerial el titular de la cartera de salud, Ginés González García, sentencia que la realidad se encargaría de demoler con la terrible pandemia que ya ha producido más de 2 millones de contagios y superado los 51.000 fallecimientos. De él sostuvo el presidente Fernández que “lo mejor que le pasó a la Argentina fue tener a Ginés como ministro”, pero a pesar del elogio, González García continuó con la zaga de frases célebres y así , cuando el virus se hizo presente, pudo sostener “Yo no creía que el coronavirus iba a llegar tan rápido”; “El coronavirus produce un síndrome gripal”; “Por estadísticas es mucho peor la gripe que el coronavirus, aquí y en cualquier lugar del mundo”; o “Estoy más preocupado por el dengue en la Argentina que por el coronavirus”, para prometer finalmente que “En agosto o septiembre tendremos vacunados a todos los argentinos, menos los menores de 18 años” Y así llegó el final de su gestión cuando fue eyectado del ministerio por su amigo el presidente al descubrirse un plan de vacunación fuera de los cauces fijados por el mismo gobierno y que consistía en aplicar la vacuna a los amigos del poder, ya fuera en la propia sede del Ministerio de Salud o en el Hospital Posadas -a instancias de dicho ministerio- e incluso un servicio VIP a domicilio para algunos de los elegidos del poder. Nuestro país hace mucho que transita un camino de anomia, no por ausencia de normas sino por su reiterado incumplimiento. Pero se trata de una anomia boba -como la calificara Carlos Nino- por cuanto la violación de leyes e instituciones afecta a los mismos que creen lucrar con ella.

I). La operación se develó cuando Horacio Verbitsky la hizo pública confesando haberse vacunado en el Ministerio de Salud tras una gestión con su amigo Ginés González García; aunque en realidad el periodista se adelantó a blanquear una investigación de “Clarín” que saldría horas después y pretendiendo alegar que en ese lugar se encontró con un CEO del medio, lo cual fue desmentido por el nombrado y cuyo nombre no apareció en ningún listado ni nadie lo vio allí. Y si bien a posteriori de haber sido despedido González García, Verbitsky pretendió disculparse diciendo que hizo público el episodio “porque no advertí que fuera algo incorrecto, el ejercicio de un privilegio”, salvo algún ingenuo nadie puede pensar que el ex cuadro de inteligencia de Montoneros y, como tal partícipe en varios atentados terroristas, no supiera lo que estaba diciendo a la prensa. Pero cualquiera haya sido la “opereta” de Verbitsky -acostumbrado a brindar servicios a sus amigos kirchneristas- lo cierto es que el escándalo estalló y se llevó puesto solo al Ministro.

II) Lo que desconcierta es la reacción del gobierno que no obstante alegar tibiamente que hubo vacunación en la sede ministerial y que se cometieron irregularidades, ha pretendido como siempre, exculpar su responsabilidad transfiriéndola a otros o invocando justificativos que no resisten el análisis. Tal el caso del jefe de gabinete Santiago Cafiero quien sin sonrojarse sostuvo: “El locutorio VIP es un invento de los periodistas”, opinión que quizá no fue tan desacertada, a estar a las declaraciones que según informan los medios prestara en sede judicial el director del Hospital Posadas, Dr. Alberto Maceiro, quien afirmó que a ese nosocomio llamaban con frecuencia los secretarios del Ministerio de Salud, Alejandro Collia y Marcelo Guillé, para enviar funcionarios que debían vacunarse en ese lugar y sin contar con turnos ni ser personal de salud, habiéndose atendido en esas condiciones a más de 70 personas, cuyo listado está en los medios. Sin embargo, Maceiro declaró que cuando lo llamaron del Ministerio para avisarle que iría a vacunarse Verbitsky se negó a ello, alegando que tendría problemas con el personal de salud del hospital, cuya mayoría no había recibido aún la dosis prometida. Y que por ello Guillé encontró la solución, armando un vacunatorio en dependencias del Ministerio de Salud, en un espacio contiguo al despacho de González García, solicitándole que concurriera a ese lugar con 10 dosis de la vacuna, lo que así hiciera junto a otros profesionales, ocasión en la que se vacunaron no solo Verbitsky sino 9 personas más allí presentes, entre ellos el diputado Eduardo Valdés y el senador Jorge Taiana.

Por ello, decimos que quizá no fue desacertada la frase de Cafiero, ya que el segundo vacunatorio VIP -el primero era el Hospital Posadas y no fue un invento del periodismo sino el explícito reconocimiento de su director ante la justicia- se originó aparentemente para atender a Verbitsky. Y en la misma línea argumental, el presidente desde México en una conferencia de prensa totalmente descalificable desde el punto de vista de la diplomacia (“los trapitos sucios se ventilan en casa”) dijo: “Les pido a los fiscales y a los jueces que terminen con las payasadas”, para a continuación -como es su costumbre- hacer referencia a las denuncias contra funcionarios del anterior gobierno y requiriendo una vez más a los fiscales “que vuelvan a leer el código penal. No sé quién los aprobó ni en qué universidad, pero ya hicieron demasiadas ‘sinvergüenzadas’”. Si Fernández cree que las denuncias ante la justicia son una “payasada” cabe preguntarse para qué lo eyectó al ministro de su poltrona; ello sin contar que tal calificación así como la descalificación a los fiscales son actos que tiene vedados por el art. 109 de la C.N.

III) Como se dijera, a la hora de las excusas se ha planteado la existencia de un grupo privilegiado que sería el integrado por el “personal estratégico” –grupo no identificable por su generalidad- no obstante lo cual debe estarse a lo dispuesto en la Resolución 2883/2020 denominada “Plan Estratégico para la vacunación contra la covid-19 en la República Argentina” que en su anexo 1 brinda las pautas a tener en cuenta para el orden de vacunación de los distintos grupos, a saber:

1° Personal de establecimientos de salud públicos y privados (de manera escalonada según el riesgo de su actividad; por ejemplo, quienes trabajan en unidades terapia intensiva o en guardias tienen una actividad más expuesta).En total son aproximadamente 763 mil trabajadores.

2°Adultos mayores de 70 años y quienes viven en establecimientos geriátricos.

3°Adultos mayores de 60 años. El total de adultos que son mayores de 60 o viven en geriátricos son aproximadamente 7.375.000.

4°Personal de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y de servicios penitenciarios.
El total de personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad es aproximadamente 500 mil.

5°Adultos de entre 18 y 59 años que presentan factores de riesgo.
Son personas diabéticas (insulinodependientes o no), con obesidad grado 2 (índice de masa corporal -IMC- mayor a 35) y grado 3 (IMC mayor a 40), con enfermedades cardiovasculares, renales o respiratorias crónicas.
El total es aproximadamente 5.653.000 personas.

6°Personal docente y no docente de los niveles educativos inicial (jardín), primaria y secundaria).
El total es aproximadamente 1.300.000.

7°Otras poblaciones estratégicas que definan las jurisdicciones, habitantes de barrios populares, personas en situación de calle, pueblos originarios, personas privadas de libertad, migrantes. Y al querer definir cuál es la “población estratégica” solo se alude a ella como “toda persona que desarrolle funciones de gestión y/o conducción y funciones estratégicas necesarias para el adecuado funcionamiento del Estado, así como las personas pertenecientes con riesgo de infección o transmisión”. Sin embargo, no solo no se explicita quiénes serían los incluidos en el grupo sino que, aun cuando se hubiera detallado, tal grupo está ubicado recién al final de las diversas etapas de dicho plan. Este esquema de prioridades se repite en ese orden tanto en el ámbito de C.A.B.A como en la provincia de Buenos Aires, señalándose que en todos los casos, cada grupo debe gestionar sus turnos los que se comenzarán a poner en práctica al concluir la vacunación del grupo que le precede.

IV) De tal forma, se advierte claramente que los esfuerzos del gobierno por querer justificar la vacunación de más de 80 personas por tratarse de “personal estratégico” no resiste el análisis: primero, por cuanto no existe en la normativa indicada quiénes integrarían ese grupo razón por la cual se ha creado ahora una comisión para definir quiénes entran en esa categoría; pero además, porque aun cuando todos los vacunados VIP lo fueran -lo que no es así- ese grupo sería el 7° y último en recibir la vacuna. Pensemos, por ejemplo, que todavía está en curso la vacunación del 1er. grupo, esto es, el del personal de la salud que según lo denuncia el mismo gobierno alcanza a más de 760.000 personas, de las cuales solo se han vacunado 390.000 con la 1ª. dosis y que de ellas han recibido la 2ª. 240.000 personas; en tanto que hasta la fecha según el Monitor Público de Vacunas oficial se han recibido un total de 1,8 millones de dosis de las cuales 1 millón si bien se han distribuido aún no se han aplicado; en tanto que 100.000 todavía no se han repartido. De las 780.000 vacunas aplicadas, 513.000 corresponden a la 1ª. dosis y 267.000 a la 2da., todo lo cual hace que solo el 1% de la población recibiera la 1ª. dosis y un 0,6% la 2ª.

Siendo así, y recién cuando se completara la vacunación de este primer grupo, se pasaría al 2do., este es, el de los mayores de 70 años y residentes de geriátricos y así sucesivamente. La maniobra es tan escandalosa que no puede ser considerada como una “travesura”, tal como calificara el ex ministro Ginés García a los primeros casos conocidos de jóvenes aplicándose la vacuna y haciendo la “V”, sino que se trata de una grave violación de los DD.HH ya que está en juego la vida de las personas. No se puede asemejar este proceder con el simple “adelantarse en la cola para la vacuna”, como si se trata de un espectáculo cultural o deportivo, ya que en estos casos, el “vivo” se adelanta pero al final todos entrarán al espectáculo; en tanto que en el caso de la vacunación, teniendo en cuenta la escasez del elemento así como la lentitud en su aplicación, un VIP que obtiene la dosis en forma irregular priva de igual posibilidad a alguien más necesitado de ella y pudiendo estar en juego la vida o la muerte. Es claro que como dijera el profesor Fernández, “adelantarse en la cola para la vacuna” no es delito, pero sí tal procedimiento puede llegar a constituir la base de otros ilícitos, como ser incumplimiento de los deberes de funcionario público, defraudación o falsedad ideológica de instrumentos públicos, tal como lo está entendiendo la justicia que ya ha dispuesto allanamientos y declaraciones testimoniales por entender, contrariamente a lo dicho por el presidente, que no se trata de “una payasada”, como si lo fuera la conferencia de prensa animada justamente por la payasa “Filomena”, con sus canciones y divertidos gestos compartidos con sana alegría por la entonces viceministra Carla Vizzotti.

V) Y en medio de este aquelarre sanitario, hay casos particulares que motivan la indignación. Por ejemplo, entre los vacunados VIP se encuentra Carlos Zannini Procurador General de la Nación y su esposa. Este personaje que tiene a su cargo al cuerpo de abogados del Estado, falseó la declaración jurada exigida al tiempo de vacunarse, alegando ser “personal de salud”, al igual que su esposa que también es abogada. ¿Qué puede esperar un ciudadano de la gestión de Zannini como máximo abogado de la Nación, si en este caso puntual mintió descaradamente atribuyéndose la pertenencia al grupo de la salud? Otro caso interesante es el del ex presidente de facto Duhalde, su esposa, dos de sus hijas y hasta su ex secretario privado, quienes recibieron un tratamiento súper VIP ya que el personal del Hospital Posadas se trasladó hasta el domicilio particular de los Duhalde para cumplir su cometido. Cuando se conoció su caso, Duhalde sostuvo que lo llamó su ex secretario, Carlos Mao, avisándole que desde el Ministerio de Salud le habían ofrecido esa vacunación “domiciliaria” diciéndole: “Aprovechá”. Y parece que no solo Duhalde “aprovechó” la oferta sino también el resto de su familia, llegando a decir que el que tiene que dar explicaciones es el gobierno. Y el propio Verbitsky admitió que al momento de vacunarse en el Ministerio también falseó su declaración al invocar su calidad de “personal estratégico”, aunque se desconoce qué funciones cumple al servicio del Estado si bien uno puede suponer cuáles serían tales servicios. Otros aprovechados como el diputado Eduardo Valdéz y el senador Jorge Taiana, publicaron una explicación de su situación, alegando que se vacunaron en el Ministerio de Salud pues debían integrar la comitiva oficial que junto al presidente viajaría a México. Sin embargo, parecen desconocer que la inmunidad recién se adquiere luego de la 2da. dosis -para lo cual les restaba aun casi un mes antes de la partida- y además que ese país no exige certificado de vacunación para ingresar a su territorio, no obstante lo cual se ignora porqué ambos fueron bajados de la comitiva.

Y un último caso digno de mención es el de Hugo Moyana, su esposa y un hijo menor de ambos que se vacunaron en el Sanatorio Antártida, lugar al cual se había enviado un lote de vacunas para aplicar al personal de la obra social de camioneros al que pertenece dicho nosocomio. Pues bien: Moyano se aprovechó de esa situación y alegando que tenía derecho “por ser presidente de dos obras sociales” se hizo vacunar junto a su familia dado que –como invocara- tanto su esposa como su hijo trabajan en el hospital y “tienen contacto permanente por la firma de papeles”, sustrayendo así dosis destinadas al personal de salud de ese sanatorio. ¿Cómo pretender incluir a estos personajes y a muchos otros del amplio listado -sin contar los cientos de casos en las provincias y municipios que con nombre y cargo se han publicado en los medios- entre el “personal estratégico” que el Estado necesita para su funcionamiento y que, aun cuando algún caso aislado lo fuera, todavía no les había llegado su turno por ser los últimos de la lista? Parece ser que el principio de igualdad ante la ley garantizado por el art. 16 de la C.N no es tal sino solo el Mandamiento que para la Granja Animal recordara Benjamín (“Rebelión en la granja” de George Orwell) según el cual: “Todos los animales son iguales pero algunos animales son más iguales que otros”

Ahora, la palabra la tiene la justicia a través de las más de 10 denuncias formuladas contra diversos funcionarios y vacunados VIP, todo lo cual -al decir del presidente- se trata simplemente de “una payasada” que fue “inventada por los medios” (Cafiero dixit). La opinión pública quiere conocer la nómina de todos los que usufructuaron en provecho propio y violando las etapas fijadas por el propio gobierno, las cada vez más escasas vacunas que debió recibir el personal de salud y las personas mayores, por ser los primeros grupos a quienes les correspondía ese derecho. Y si han existido delitos o no, igualmente es un punto a dilucidar por la justicia, no sin olvidar la frase acuñada según dicen en Comodoro Py según la cual “Algún día serás carátula”.

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