La oposición apura a Axel Kicillof para que defienda un negocio de U$S 40 mil millones en Bahía Blanca. Le reclama que pelee por la instalación de la planta de gas licuado que se quiere llevar Río Negro. El legislador bahiense pretende incluir beneficios impositivos a los inversores en el Inmobiliario, impuesto al sello, Ingresos Brutos y toda carga tributaria.
La oposición en Buenos Aires apura al gobernador Axel Kicillof y le reclama compromiso con el proyecto de la construcción de una planta de Gas Natural Licuado (GNL) proyectada en Bahía Blanca y que ahora podría mudarse a Río Negro. La ley ómnibus y la guerra de Javier Milei con el mandatario bonaerense parecen ser claves en la disputa.
La planta de licuefacción sería la mayor obra de infraestructura del país, con una inversión de unos 40 mil millones de dólares entre 2025 y 2031 y una proyección de exportaciones de energía de 30 mil millones de dólares al año.
Además, crearía más de 16 mil puestos de trabajo directos e indirectos. Este mega proyecto tenía avanzada su instalación en la ciudad del sur bonaerense: YPF y Petronas, las empresas encargadas de la obra, reservaron 1.200 hectáreas en el puerto de Ingeniero White, dada la posibilidad de aprovechar los recursos de Vaca Muerta que podrían generar un fuerte impacto en la economía, incorporar tecnología de punta y conectar a la Argentina con los centros neurálgicos del desarrollo internacional. Sin embargo, el proyecto se convirtió en una batalla política por la posibilidad de que se mude a Río Negro.
La ley ómnibus, en la disputa Bahía Blanca-Río Negro
Horacio Marín, flamante presidente del directorio de YPF, desea llevar el megaproyecto a Punta Colorada, donde el grupo Techint había pensado un plan menor, aunque en el mismo sentido. Al parecer, el gobierno de Javier Milei no está dispuesto a dejarle a la provincia que conduce Kicillof una obra gigantesca que cambiaría sustancialmente la economía bonaerense y la demografía e infraestructura de Bahía Blanca y gran parte del sur bonaerense.
En cambio, la Casa Rosada propiciaría la instalación en la provincia patagónica, lo que podría beneficiar la relación con el gobernador Alberto Weretilneck, parte de la tropa con votos claves en el Congreso que podría destrabar el empiojado tratamiento de la ley ómnibus y el pacto fiscal.
Es por ello que en la Legislatura bonaerense ya circulan varios proyectos de declaración e interés en los que instan al gobernador a impulsar esa inversión en la provincia, aunque el más concreto en términos tangibles es el que presentó el diputado del PRO Fernando Compagnoni, en el que propone eximir del pago de impuesto durante 15 años a las empresas inversoras: Inmobiliario, impuesto al sello, Ingresos Brutos y toda carga tributaria. Además, declara de interés público y objetivo primario las actividades asociadas a la instalación de la planta, como son el almacenamiento, transporte e instalación del producto.
Qué es una planta de licuefacción
En 2018, el expresidente Mauricio Macri despidió en la ciudad del sur al último barco regasificador que había permanecido en el país durante una década, con la tarea de traer a la Argentina gas líquido, gasificarlo en el mismo buque y enviarlo, ya procesado, a la red de gas natural.
A la inversa, lo que ofrece una planta de licuefacción es ingresar el gas vía gasoducto (sería desde Vaca Muerta), convertirlo en líquido, introducirlo en un buque y exportarlo a los países que lo demandan.
Si bien existieron proyectos similares, aunque de muchísima menor magnitud, YPF y Petronas hicieron un convenio hace más de dos años para comenzar a proyectar la planta de licuefacción en Bahía Blanca. Se trata de una megaobra que cambiará la matriz del puerto y de la ciudad en la que se realice, lo que generaría un impacto sólo comparable al ocurrido en un puñado de sitios del mundo en los que el número de habitantes creció de a cientos de miles; mientras que la infraestructura y la actividad económica se transformaron sustancialmente, con servicios directos e indirectos y la creación de empleo como uno de los factores fundamentales.
¿Qué puerto es mejor para la planta de GNL?
La disputa con Río Negro pasa ahora por cuál de los puertos es el más adecuado para las empresas inversoras. En ese sentido, ambos tienen características que los hacen aptos, aunque Bahía Blanca corre con ciertas ventajas. En cuanto al calado en sus aguas, no hay mayores diferencias. Sin embargo, la ciudad bonaerense cuenta con mejores condiciones climáticas y medioambientales para la operatividad, algo que en Río Negro se vería diezmada en un 60% debido al oleaje y el viento del sur.
El de Bahía tiene mayor accesibilidad urbana, con siete rutas que llegan desde los tres kilómetros que la separan de la ciudad; mientras que a Río Negro sólo llega la ruta nacional 3, a 30 kilómetros del lugar.
En cuanto al desarrollo industrial, la ciudad bonaerense parece estar mejor posicionada con las actividades de aceite y gas, con mano de obra especializada, mientras que la provincia sureña tiene su fuerte en la pesca y el turismo y debería contratar mano de obra extranjera.
También Bahía Blanca cuenta con mejores condiciones del uso del suelo y su consorcio de gestión del puerto ofrece 30 años de seguridad jurídica a los inversionistas.
La presión de la oposición a Axel Kicillof
En diálogo con Letra P, el diputado Compagnoni señaló que “es el hub logístico portuario más importante del interior del país, tiene la sede de la aduana regional (de Mar del Plata a Bariloche y el sur argentino), el recurso humano y empresarial más formado en el rubro”, argumentando el planteo para la construcción de la planta en la ciudad de la Sexta sección electoral.
El legislador, que presentó el proyecto del que también participan Sofía Pomponio y Fernando Rovello, del bloque PRO, impulsó hace casi diez años una ordenanza de promoción de energías renovables en Bahía Blanca, que se tradujo en la instalación de decenas de parques eólicos.
Además del proyecto presentado por Compagnoni -que integró el consorcio de gestión del puerto bahiense durante la segunda intendencia del macrista Héctor Gay-, los senadores del bloque La Libertad Avanza (LLA) Sergio Vargas, Carlos Kikuchi y Paola Ventura ingresaron un pedido para declarar a la Ciudad de Bahía Blanca como Plataforma de Exportación y Producción de Gas Natural Licuado, y se reunieron con el intendente de ese municipio, Federico Susbielles, para apoyar la iniciativa.
El mismo camino siguió la UCR local, a través de su titular Pablo Daguerre, el diputado bonaerense Emiliano Balbín y la senadora Nerina Neumann, quienes solicitaron a Kicillof la gestión para la instalación de la planta en esa ciudad.
Qué piensa el oficialismo
Si bien hay un tímido pronunciamiento del Ejecutivo provincial en favor de la instalación en Buenos Aires, Letra P pudo saber que el gobierno provincial tiene interés en que la planta se radique en suelo bonaerense: “Están dadas todas las condiciones para que ello suceda”, graficó una fuente, aunque admitió que “no depende solo de la Provincia”. En ese sentido, se espera que Kicillof o el ministro de Producción, Augusto Costa, emitan alguna declaración en las próximas horas.
A pesar de ello, hay quienes le cuestionan al mandatario bonaerense no haber estado presente en un encuentro que se realizó hace 15 días entre representantes de YPF, la Unión Industrial de Bahía Blanca, la Bolsa de Comercio y Susbielles, para defender los intereses de la provincia.
Según fuentes consultadas por este medio, la ausencia de Kicillof o un emisario provincial dejó cierto nivel de incertidumbre en temas que la empresa quiso conocer y que excedían el poder de respuesta del intendente local.
Según las estimaciones realizadas por diversas consultoras, la inversión inicial para la instalación de la planta sería de 10 mil millones de dólares, que podría ascender a 40 mil millones más en el largo plazo, en virtud de la infraestructura adicional necesaria.
Además, el proyecto de licuefacción implica una generación de empleo en el orden de los 16.000 puestos entre directos e indirectos, a través del aprovechamiento de un recurso energético. Números para nada despreciables en tiempos de ajuste y desconcierto económico y financiero.
Tras mantener un encuentro este viernes con el presidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Dichiara, el intendente Susbielles manifestó: “Este proyecto tiene que abroquelar a todas las fuerzas políticas de la provincia. No puede ser un toma y daca político. Convocamos a todos los sectores, necesitamos producir energía y que entren dólares a la Argentina. Donde mejor se puede producir y aportar valor agregado es en el puerto de Bahía Blanca. La mejor opción está en este lugar”. (CAFEXMEDIO/LetraP)