“Desde el momento en que uno puede esperar vengarse, comienza a odiar” (Stendhal)
El terrible intento de magnicidio contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner y que afortunadamente no se concretara por causas que la justicia investiga, tuvo como lógico corolario la unánime solidaridad con la víctima del mismo y el enérgico repudio de toda la sociedad que después de pasadas experiencias de luchas y sangre derramada no quiere volver a esas épocas de terror y muerte. Sin embargo y ni bien producido el hecho el gobierno, en lugar de buscar consensos para la pacificación en una sociedad dividida por la grieta, solo atinó a lo que siempre ha hecho, esto es, buscar culpables en ciertos sectores a los que reiteradamente ha señalado como culpables de todos los males que nos aquejan.
1° “A menudo el odio se disfraza con una careta sonriente, y la lengua se expresa en tono amistoso, mientras el corazón está lleno de hiel” (Solón). El presidente Alberto Fernández, pocas horas después del atentado, utilizó la cadena nacional para referirse al mismo y aún sin conocerse datos de la investigación, responsabilizó como generadores de odio al Poder Judicial, los medios de prensa y la oposición. Y como era de esperar, ello fue recogido por el ministro del Interior que refiriéndose al presunto autor de dicho acto criminal arengó: “No es un loco suelto ni es un hecho aislado: son tres toneladas de editoriales en diarios, televisión y radios dándole lugar a los discursos violentos. Son los que sembraron un clima de odio y revancha, y hoy cosechamos este resultado: el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner”. Alicia Kirchner avaló ello al decir que “Cuando el discurso de la oposición es el odio, el resultado es la violencia” y la diputada Mónica Macha agregó que “El ataque a Cristina demuestra que el odio es todo de ellos y tiene que terminar; Poder Judicial y medios son responsable de estos arrebatos de violencia brutal” Alberto: ¿Estos funcionarios pertenecen a “la oposición” o son de “tugo”? Pero quien amenazó fieramente fue el seudo periodista Guazzorra, con más prontuario que mérito y que no obstante ello se lo vio sentado en la Mesa contra el Odio convocada por el presidente quien alertó: “No tiren de la soga, muchachos, porque si siguen tirando de la soga, va a pasar lo que no queremos. Y les puedo asegurar que la sangre esta vez no va a ser la nuestra” ¿A quién o quiénes piensa hacer sangrar, Guazzorra, otro odiador de tu espacio? No por reiterado desde el inicio del kirchnerismo, cuesta entender cómo se pretende endilgar a esos tres sectores de la sociedad como responsables de generar una campaña de odio que puede movilizar a cometer ese tipo de atentados, todo lo que resulta falso de falsedad absoluta. En primer término, el Poder Judicial es uno de los tres poderes sobre los que descansa la forma republicana y no se puede concebir cómo puede instrumentarse el odio por el simple ejercicio de esa función. Ejercí la magistratura durante 35 años y jamás “odié” a ninguna de las partes que litigaban en mi tribunal. Era una discusión jurídica respecto a si la razón asistía al trabajador o al empleador, cuestión que no dependía de mi iniciativa sino que era planteada por los abogados de ambas partes. Y dado que en la justicia no hay empate, mi deber constitucional era luego de analizar la prueba colectada, dictar una sentencia que a veces favorecía al actor y en otras al demandado, siempre sujeta a la revisión de otras instancias superiores. Pero era imposible que mi fallo perjudicara a una de las partes por tenerle “odio” sino que con base en las constancias de la causa y con fundamento en la ley, solo uno de los dos podía tener razón. El fiscal Luciani no tiene “odio” para con ninguno de los imputados en la causa “Vialidad” sino que su función constitucional es, en representación del pueblo y merituando la prueba recogida, acusar a quienes se les imputa la comisión de delitos, cuestión que finalmente resolverán los jueces en base a pruebas y con fundamentos jurídicos y no por “odiar” a quienes sean condenados.
2° “En la naturaleza del hombre está odiar a quienes ha ofendido” (Tácito) La función de los medios de prensa independientes, tampoco es la de ser promotores del odio sino reflejar los acontecimientos del quehacer político, social y económico, que no son por ellos generados ni motivados, sino simplemente recogidos para su difusión en la sociedad a través de los derechos constitucionales de libertad de expresión y de prensa. Pensar que la difusión de una noticia a través de un medio de comunicación puede llevar a una persona a cometer un magnicidio, ofende la inteligencia creyendo que la población es ignorante y no sabe discernir o usar el control remoto. Y lo mismo cabe decir de la oposición que más allá del debate político en defensa de las respectivas ideas de cada sector no es dable encontrar en ella “odiadores seriales” del oficialismo, es decir, enemigos, sino simplemente adversarios políticos con posturas diferentes. Es claro, entonces, que el discurso del presidente y de todo el aparato que lo rodea, no se condice con la realidad sino que cualquier discrepancia con la palabra oficial responde a un único objetivo cual es lograr la impunidad de la vicepresidente, como en un brutal sincericidio -a los que nos tiene acostumbrados- el siempre leal senador José Mayans lo admitiera al aducir que la única forma de lograr la paz social, es “parar el juicio” que se sigue a CFK ya que en el mismo “se gestó el germen de la violencia extrema”. En otros términos: si se “para” el juicio para que no siga adelante tendremos paz; caso contrario, el caos institucional y social seguirá por culpa de esos tres grupos de “odiadores”.
3° “El odio es la venganza del cobarde por ser intimidado” (Bernard Shaw) Yo no odio. Nunca pude odiar ni odiaré. Sí, en cambio, tengo serias y fundadas discrepancias con el actual gobierno conforme lo tengo expuesto en mis notas periodísticas. Pero en cambio estoy seguro que una vez más, el oficialismo siempre está dispuesto a buscar culpables en los “otros” a quienes les achaca ser promotores de “discursos de odio” pero sin buscar jamás a los “odiadores extremos” dentro de su propio espacio. Por ello, un sano ejercicio de memoria, permite detectar quiénes son esos auténticos “odiadores”. A ese fin, solo basta comenzar recordando al líder del movimiento que hoy gobierna, quien como militar participara activamente en los golpes de 1930 y 1943 y bendijera el de 1966 y que siendo presidente dejó para la posteridad un verdadero manual de odios hacia quienes no concordaban con sus ideas políticas. Así, pudo expresar frases como estas: “El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan” (02/08/1946). “Con un fusil o un cuchillo a matar al que se encuentre”(24/6/47).”Distribuiremos alambre de enfadar, para colgar a nuestros enemigos” (31/8/51). “Levantaremos horcas en todo el país, para colgar a los opositores” (8/9/47). “Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden en contra de las autoridades puede ser muerto por cualquier argentino” (31/8/55). “Nuestra nación necesita paz y tranquilidad… y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no a palos”. (31-8-55). “Vamos a salir a la calle de una sola vez para que no vuelvan nunca más ni los hijos de ellos”. (8-6-51). “Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quién cuelga a quién” (13/8/46) Quizá Alberto Fernández no tuvo en cuenta estos antecedentes pero que es una verdadera e irrefutable prueba de cómo se odiaba nadie lo puede negar. Pero quizá, el presidente hizo un déja vù y recordó su largo periodo de enemistad con CFK durante el cual no se guardó lindeza alguna al momento de recordar su gestión de gobierno. En tal sentido dijo en los medios: “En épocas de CFK se estigmatizó a todo el que pensaba distinto. Yo fui víctima de todo eso”. “Cristina es cínicamente delirante. Ha tenido el patético cuidado de haber hecho ley ese memorándum porque sabía que esa era su inmunidad”. “Lo de Cristina es un liderazgo delirante, es un delirio cínico, simulado”. “Yo estoy seguro que es un acto delirante cada cosa que ha escrito y ha dicho”. “En verdad lo que quisiera y cree que es una ventaja, es ser funcionaria pública y no presentar declaraciones juradas y nadie te investiga”. “El peronismo patético se bancó a Boudou, Moreno, Milani, el Pacto con Irán”.
4° “El odio es una tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás” (Plutarco)
A quien parece difícil privarla del primer puesto en el podio de los OSO (odiadores seriales oficialistas) es a la tierna Hebe de Bonafini quien frente al atentado terrorista a las Torres Gemelas, sostuvo que “Yo estaba con mi hija en Cuba y me alegré mucho cuando escuché la noticia. No voy a ser hipócrita con este tema: no me dolió para nada el atentado”. Asimismo, y luego de la detención de guerrilleros de la ETA tras cometer un atentado, afirmó que “las Madres de la Plaza de Mayo peleamos y nos solidarizamos con los presos políticos vascos y que nunca estaremos con los asesinos, los torturadores y los fascistas”; en tanto que al inaugurarse el Museo de la Memoria dijo “¡qué pena que no estén los FAL, que eran las armas con las que nuestros hijos quisieron hacer la revolución”; o respecto a la Corte Suprema de Justicia Nacional cuando afirmó que “son unos turros, cómplices de la dictadura. Tienen que renunciar y se tienen que ir si no quieren ayudar al pueblo. Hay que arrancarle a esta Corte la decisión, que es nuestra. Arranquémosela de la mano y si tenemos que tomar el Palacio de Tribunales, tomémoslo”. Y no menos contundente fue en sus comentarios xenófobos: de Horacio Verbitsky sostuvo que “Es un sirviente de los Estados Unidos. Además de ser judío, es totalmente pro-norteamericano”; e igualmente, dirigiéndose a un grupo de ciudadanos de Bolivia que reclamaban por el asesinato de un connacional en manos del “gatillo fácil” les espetó: “¡Váyanse de nuestra plaza, bolitas h.d.m.p.! ¡Váyanse bolivianos de m…!”; y sin olvidar que propuso probar las pistolas Taser con las hijas de Macri y de Vidal. Alberto: la dulce Hebe no es de la oposición sino de tu partido.
5° “No hay odio más peligroso que el producido por la vergüenza de un beneficio sin recompensar” (Séneca) Tampoco nadie podrá disputarle el 2° puesto de los OSO al manso Luís D’Elía, diputado y condenado por asaltar una comisaría y provocar graves daños, quien dictó cátedra de odiador en su mediática pelea con Fernando Peña a quien le espetó: “Odio tu plata, odio tu casa, odio tus autos. Odio a la puta oligarquía. Odio a los blancos. Los odio con toda la fuerza de mi corazón” Siempre fiel a su postura dijo que “a Macri lo fusilaría en Plaza de Mayo y de espaldas al pueblo”, frase que no mereció ni un comentario por parte del gobierno y que llevó a que otro filósofo de la construcción, también encarcelado como D’Elía, el “Pata” Medina, eligiera esa simbólica plaza para atentar contra la misma víctima si bien a través de otro medio de ejecución al decir: “Macri fue un vendepatria. Este tipo tiene que estar colgado en la Plaza de Mayo”. En este caso, igual silencio de radio. Y ahora, una vez producido el atentado contra CFK publicó este hermoso poema para niños con fragmentos del arma utilizada en la ocasión: “La Bersa es de Lanata. El cargador es de Leuco. Las balas son de Feinmann. La mira es de Jhony (sic) Viale. La empuñadura es de Majul. El cañón es de TN. La portación es de Etchecopar. El gatillo es de la Nación+” Y para concluir este apartado no podemos sino recordar con afecto a Fernando Esteche quien, sin sonrojarse, sostuvo que si a algún juez se le ocurriera meter presa a la vicepresidente “podría aparecer muerto”; o a Juan Grabois, uno de los gerenciadores de la pobreza, quien primero alertó sobre futuros asaltos a supermercados diciendo: “Es lo que pienso. Prefiero decirlo ahora y no lamentarme cuando empiecen los saqueos”, no sin antes formular esta amenaza: “Estamos dispuestos a dejar nuestra sangre en la calle para que no siga habiendo hambre en la Argentina”. Te recuerdo, Alberto, que estos muchachos odiadores no son de la oposición sino “tropa propia”.
6° El odio nos hace acomodaticios con las pruebas del mal; el interés hace detestar los rivales de todo género” (Manzoni). No obstante, no creo que el presidente debiera remontarse mucho tiempo atrás para encontrar destinatarios de su frase, ya que varios integrantes de su gobierno así como enrolados en sus filas han dado muestras suficientes de cómo odiar al que piensa distinto. Podemos comenzar con el vocero presidencial Juan Pablo Biondi quien frente a un tweet de Mauricio Macri afirmó: “Libres de vos y tu inutilidad que nos hubiera llevado a contar muertos de a miles dentro del país fundido que dejaste”. Y tampoco puede olvidarse lo dicho por el senador Parrilli, al que CFK también trata sin odios como (“continuación del cuero cabelludo formada por una fibra de queratina y constituido por una raíz y un tallo” + “todo” en portugués), quien al definir al periodista Jorge Lanata dijo que “es al periodismo lo que Astiz fue a los derechos humanos”. Otros abonados en los OSO fueron Santiago Cafiero y Mayra Mendoza: el primero refiriéndose a la oposición manifestó que “Lo que hacen es sembrar odio permanentemente y lo hacen públicamente en pantuflas desde su casa”; mientras que la otra, contrariada por un “banderazo” dijo que la oposición “no promueve otra cosa más que el odio” y calificó a la manifestación popular sin banderías políticas como “una actitud completamente antidemocrática”. Y ni qué decir de dos adalides de la forma republicana y la libertad de expresión como lo son Miriam Lewin y Victoria Donda: la primera dijo que el discurso del periodista Baby Etchecopar “es anacrónico y apuntamos a que no sea escuchado en la sociedad” ; en tanto la restante se despachó igualmente contra el mismo periodista sosteniendo que “El asunto es que tenemos que construir una sociedad donde los Baby Etchecopar sean repudiados y no tengan audiencia, porque el problema es que la gente lo sigue escuchando. Cómo hacemos para que el oyente que escucha eso le parezca terrible y cambien de dial”. Y la misma funcionaria, en relación al atentado contra la vicepresidente, afirmó que “el discurso de odio no es contra cualquiera, es contra el peronismo, contra el kirchnerismo y las armas de los odiadores las cargan los Macri, las Bullrich, los Milei, las Granata y los López Murphy” Por si no recordás, Alberto, estos integrantes del OSO son de tu espacio.
Después de lo analizado, este es mi listado de los OSO en tanto usted lector podrá hacer su propia selección de “odiadores” en los tres segmentos a quienes el oficialismo les imputa ser los responsables del atentado a la vicepresidente. Pero estoy convencido que la arenga presidencial debió tener por destinatarios a algunos de los protagonistas de los hechos y dichos señalados. Para todos ello sería útil recordar las enseñanzas bíblicas: “Seis cosas hay que detesta Yavé y siete que su alma maldice: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, corazón perverso, pies que corren hacia el mal, testigo falso que dice calumnias, y el siembra discordia entre sus hermanos” (Proverbios 6, 16-19).
