Manu Ginóbili lo hizo de nuevo. En la victoria 116-105 de San Antonio Spurs sobre Portland Trail Blazers, un partido clave en la lucha por una lugar en los playoffs, el bahiense mostró una de sus mejores versiones en lo que va de la temporada de la NBA.
Fue determinante, sobre todo, en el último cuarto, cuando se puso el equipo al hombro y dio la inyección final para poder separarse en el marcador de un rival que nunca bajó la guardia.
El pibe de 40, como él mismo se definió, estuvo en cancha poco más de 19 minutos, en los que registró 17 puntos (7 de 7, imparable), tres rebotes, una asistencia y un robo. Y lo más destacado estuvo sobre el final, en un minuto mágico, en el que marcó ocho puntos consecutivos con una secuencia de que hizo delirar a todo el estadio: triple, rebote, triple, robo y bandeja. Amazing.
“Hoy simplemente sucedió, me sentía bien, vi a mis compañeros emocionarse y tuve ese buen momento, pero Rudy (Gay) nos mantuvo en juego por la mayor parte del partido, LaMarcus estuvo impresionante como siempre”, remarcó Manu tras el juego, como restando importancia a su juego final.
Y agregó: “Siempre es un esfuerzo de equipo y alguien a veces está encendido y esta vez fue un buen momento para mí, pero todos acá hacemos lo que podemos”.
Con este resultado, los Spurs (46-34) dejaron atrás una racha de dos derrotas consecutivas. Están empatados con Oklahoma City y Nueva Orleans en el quinto puesto de la Conferencia del Oeste, medio juego detrás de Utah, que descansó.
San Antonio puede asegurar un boleto de postemporada en casa, si derrota el lunes a Sacramento.
